Los olivos, monumento nacional
En varios viajes por Andalucía, a lo largo de estas últimas décadas, he podido disfrutar de la contemplación de la inmensidad y la belleza de los olivares de esta tierra. Además, es un encanto la belleza que supone ver todo lo que alcanza la vista plagada de olivos siempre verdes y en estas fechas cargados de aceitunas, y si a esto sumamos el aceite tan rico, tan sabroso, tan bueno, hasta el punto de que siempre se ha dicho que es el mejor del mundo...O sea, que con todo lo dicho y más se podía decir que bien se puede considerar el olivo como monumento nacional.
Esperemos que doña Loyola de Palacio siga defendiéndolo en Europa y se le proteja como bien se merece.-
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