De Grandes cree que el 'caso GAL' no acabó aún para González

La publicación de la resolución por la que el Tribunal Supremo decidió la semana pasada no citar como imputado al ex presidente Felipe González en relación con la primera acción de los GAL, el secuestro de Segundo Marey en 1983, suscitó ayer distintas reacciones entre los partidos políticos del arco parlamentario. El portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, opinó que los problemas judiciales del líder socialista no se acaban aún.De Grandes cree que ese fallo es sólo el inicio de una fase que influirá en la labor política de González porque "no se puede hacer política teniendo que mirar todos los días de reojo a los juzgados". "Esta decisión es sólo un incidente, el comienzo de una fase en la que se decidía si se le llamaba a declarar como imputado en una de las múltiples causas que hay abiertas", manifestó De Grandes.

Por su parte, el líder de la coalición Izquierda Unida, Julio Anguita, señaló en Albacete que cuando un tribunal admite razones extrapoliciales "está sentando el principio de que hay dos varas de medir y demuestra que la Justicia empieza a parpadear".

Anguita, que ofreció una rueda de prensa antes de tomar parte en diversos actos organizados por el PCE, dijo que la justificación que dan los seis magistrados que votaron en contra de citar a González sobre la "carga negativa" que supone una imputación "es una argumentación contra la Justicia y ahí los señores jueces se han columpiado".

Acatamiento

lñaki Anasagasti, portavoz del PNV en el Congreso, afirmó, por su lado, que acata la decisión de la Sala Segunda del Supremo, aunque subrayó que ésta debería haber sido unánime.Por su parte, el ex ministro de la Presidencia, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, destacó que las reacciones provocadas por la decisión del Supremo sobre González permiten comprobar que la independencia de los jueces "hay quien la entiende según como vaya la feria". Según Rubalcaba, si las sentencias son favorables a determinados intereses, "los jueces son independientes y maravillosos", pero si se les perjudica son "criticables y no tan objetivos". El ex ministro añadió que "lo preceptivo" es empezar por acatar las sentencias".