_
_
_
_
_

El lago de los patos reciclados

San Agustin de Guadalix estrena área de recreo hecha con material de desecho

Vicente G. Olaya

En la Laguna de los Patos, en el término municipal de de San Agustín de Guadalix (4.700 habitantes), todo es reciclado. Hasta los animales. La Consejería de Medio Ambiente inauguró ayer esta balsa de agua de 2.000 metros cuadrados de extensión y 1,5 de profundidad, que es alimentada por las aguas del cercano río Guadalix. Todos los materiales empleados para la construcción de este área recreativa proceden de riadas y vertederos. "La barandilla que rodea la laguna la hemos hecho con postes de la luz abandonados y con árboles partidos por las tormentas del pasado invierno", explicaba ayer uno de los ocho agentes forestales que habían participado en los trabajos de construcción y limpieza de la laguna.Donde ayer las autoridades inauguraron esta balsa de agua, hasta hace unos meses existía un basurero, donde los excursionistas que acampaban en las riberas del río Guadalix echaban sus desechos. Medio Ambiente sacó la basura, abrió un caz para llevar el agua del río hasta el lugar que habían dejado libre los desperdicios y comenzó a adecentarlo para que en él pudiesen vivir las aves. De hecho, ayer fueron soltados nueve patos comunes. Un centenar de estudiantes del colegio público Virgen de Navalazarza, ninguno de los cuales superaba los seis años, fue testigo.

Uno de los miembros de la cuadrilla forestal de Alcalá de Henares que había participado en las labores de construcción de este área recreativa explicó ayer: "Tos patos han sido donados por una empresa cervecera, que los tenía en un estanque junto a su fábrica. Nos los ha cedido gratuitamente para que los devolvamos a la naturaleza porque estaban un poco tristes". Y bromeó: "Es decir, son patos reciclados".

La caseta donde vivirán estas ánades ha sido fabricada con algunas de las maderas encontradas en el vertedero. "Las hemos hecho con las tablas de las cajas de fruta que nos hemos encontrado", explicaban los agentes forestales. Esas tablas también nos han servido para las papeleras. El puente para cruzar el río lo hemos hecho con troncos que hemos encontrado en el cauce, y los bancos, con tocones que el agua no lograba arrancar del todo porque pesaban mucho", relataron.

El director regional de Medio Natural, Ödön Pàlla, se mostraba ayer satisfecho con la inauguración. "Todo el mérito es de la cuadrilla forestal que ha llevado a cabo los trabajos. Ahora sólo nos hace falta que nos ayude la naturaleza y que comiencen a llegar aves acuáticas, y que la vida lentamente se regenere. Es un área recreativa que apenas necesita mantenimiento".Cuando se le preguntó por el coste de la inversión, Pàlla respondió con una sonrisa: "Eso es lo mejor. Como todo es reciclado, no nos ha costado ni un duro. Cero patatero".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_