Una orondez ofensiva

Ser gordo en los países más desarrollados es una consecuencia lógica de la abundancia de alimentos. Serlo en Nicaragua, el país más pobre de América Latina, después de Haití, es ofensivo. Alrededor de estos orondos hay multitudes de niños desnutridosy de adultos mal comidos (el desempleo reconocido llega al 70%).

Cuando fue electo alcalde de Managua Arnoldo Alemán ya era gordo y excesivo. Sus excesos iban desde el insulto, en cualquier sitio, incluidos los plenos municipales, dirigido contra todo aquel que no fuera de su línea política, hasta el disparo con arma de fuego que ordenó a sus guardaespaldas contra una manifestación pacífica, en el centro de Managua, pasando por la destrucción de unos magníficos murales que los pintores de Nicaragua habían realizado en las paredes de los edificios del centro histórico de la capital.

Estos demócratas me siguen dando miedo. Somoza también vencía en las urnas, y los somocistas han vuelto a sentirse contentos y representados.

Un líder de los derechos humanos hondureño, acostumbrado a constatar desaparecidos, torturados, violadas, campesinos expulsados de sus tierras, gentes despojadas de sus derechos, pobres, míseros, víctimas de toda clase de corrupciones, me dijo, cuando veía cómo vencían en las elecciones los directivos de los escuadrones de la muerte: "Desengáñate, en Centroamérica rara vez gana la justicia, la baza es mantener a nuestros pueblos en la ignorancia para que voten a sus propios verdugos".- Madrid.