Ayudas a la fertilidad por la vía de los métodos naturales

Los métodos naturales de regulación de la fertilidad se muestran significativamente más eficaces para ayudar a las parejas a conseguir el embarazo que como método anticonceptivo, dadas las dificultades de aplicarlos correctamente, la incertidumbre que crean y la irregularidad de los ciclos fértiles de muchas mujeres. El asunto fue abordado el pasado fin de semana en Madrid con motivo del V Simposio Internacional sobre Avances en la Regulación Natural de la Fertilidad.Este foro ha sido organizado por la Asociación Woomb España (Organización Mundial del Método de la Ovulación Billings), de tendencia conservadora y creada en 1977 por el matrimonio de médicos John y Evelyn Billings, que viajó a Madrid para participar en este encuentro.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que apoya estos métodos, los define como "técnicas para buscar o evitar embarazos mediante la observación de los signos y síntomas que de manera natural ocurren durante las fases fértiles e infértiles del ciclo menstrual de la mujer y la adaptación de la sexualidad de la pareja a esa fertilidad".

Abstinencia y ansiedad

La obligada abstinencia sexual de los métodos naturales durante el periodo fértil cuando no se desea un embarazo es uno de los principales inconvenientes esgrimidos por las parejas para usar esos sistemas, según una encuesta realizada por Woomb España. Las mismas parejas destacan que a veces generan ansiedad ante el temor de no utilizarlos correctamente y que su eficacia desciende poderosamente en mujeres con ciclos irregulares. De ello se desprende que estos métodos son mucho más valiosos para intentar conseguir un embarazo que para evitarlo. Hay que considerar también que se pueden producir ovulaciones espontáneas y, por tanto, embarazos fuera de la ovulación normal del ciclo.Los principales métodos naturales son el billings, la temperatura corporal basal y el sintotérmico:

Método Billings. Se basa en la observación del moco cervical o flujo vaginal. Esta observación se realiza sin ningún tipo de manipulación interna, sólo considerando las características del moco cervical a lo largo del ciclo menstrual. Si no hay flujo, es que el tapón mucoso del cuello del útero es consistente e impermeable a los espermatozoides. A medida que se va acercando la ovulación, momento de máxima fertilidad, el moco cervical va tornándose más elástico, transparente y lubrificado. Este periodo fértil, en el que la mujer tiene más sensación de humedad, dura unos cinco días, teóricamente el día de la ovulación y los dos anteriores y posteriores.

Método de la temperatura basal. Se fundamenta en las variaciones térmicas de la fase periovulatoria. El tercer día de la elevación de la temperatura (tres o cuatro décimas por encima de la basal de cada mujer) indica el final del periodo fértil. Este sistema obliga diariamente a la toma de la temperatura por vía oral o vaginal, cada mañana y en reposo, antes de iniciar la actividad del día, para conocer la propia temperatura basal y a partir de ahí aprender a valorar sus variaciones. Está considerado como un método incómodo y pesado.

Método sintotérmico. Combina los dos anteriores y a menudo también la palpación por la mujer del cuello del útero: a medida que se va dilatando se acerca el periodo fértil.

Método del calendario u Ogino. Basado, en un cálculo probabilístico de los días fértiles y no fértiles, todos los expertos lo consideran desfasado.

Un estudio realizado en 1992 por la Organización Mundial de la Salud en varios países reveló que la eficacia del método Billings para evitar embarazos fue del 80%.

Según Luis Chiva, jefe clínico de Ginecología del hospital Gregorio Marañón de Madrid, los métodos naturales deben partir de dos supuestos para su correcto desarrollo: un aprendizaje adecuado y una motivación o voluntad verdadera de practicarlos. "En la práctica clínica se observa", afirmó, "que hay bastante indisciplina, sobre todo con el de la temperatura basal".

Un estudio desarrollado por el Servicio de Ginecología del hospital San Juan de Dios de Barcelona ponía de manifiesto la utilidad de los métodos naturales para lograr un embarazo.