Cohabitación a la búlgara
Que un desconocido de derechas y tan privado de encantos públicos como Petar Stoyanov haya infligido a los ex comunistas en el poder una derrota tan inapelable anticipa el grado de hartazgo de los ciudadanos de Bulgaria con su joven primer ministro, Zhan Videnov, tras 20 meses de gobierno.Stoyanov, un oscuro abogado de 44 años especialista en divorcios, declaraba hace una semana a este corresponsal: "Aunque la Constitución no faculta al presidente para convocarlas, considero imprescindible unas elecciones anticipadas... Videnov no ha dado a los socialistas búlgaros la oportunidad de democratizarse ni ha puesto en marcha las medidas necesarias para salvar a este país". Entre esas medidas, enunciaba "la lucha contra la delincuencia organizada y la corrupción, la estabilización del sistema financiero y el cierre de las empresas estatales ruinosas". El Fondo Monetario Internacional, verdadero patrón de una Bulgaria envirtual bancarrota, condiciona la continuación de su ayuda a un drástico saneamiento económico.
Con la elección de Stoyanov a la jefatura del Estado, Bulgan a va a experimentar una cruda cohabitación entre un presidente de derechas con poderes muy limitados, pero capaz de entorpecer la labor legislativa, y un primer ministro socialista vapuleado en la cabeza de su vicario Marazov.
Nacido en Plovdiv y casado con la primera secretaria de la embajada búlgara en Londres, con la que tiene dos hijos, Petar Stoyanov fue subsecretario de Justicia cuando la ahora coalición opositora Unión de Fuerzas Democráticas ganó los comicios parlamentarios de 1991. Ferviente partidario de la adhesión de Bulgaria a la OTAN y la Unión Europea, su carrera política real comenzó en junio de este año, al derrotar ampliamente en unas primarias al otro candidato de la derecha a la jefatura del Estado, el presidente saliente Zhelyu Zhelev.
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