La guerra lleva el caos a Goma, 'capital' de los refugiados en Zaire

La guerra en el este de Zaire fuera de todo control, llegó ayer con toda su carga de horror a la localidad de Goma, capital de los refugiados hutus forzados a huir de Ruanda hace dos años. Trescientos mil de ellos se sumaron al éxodo desesperado de quienes vagan sin rumbo, sin comida y casi con lo puesto. Se calcula que esta gigantesca y desordenada marea humana se nutre ya de unas 750.000 personas. Mientras tanto, la comunidad internacional se lava las manos y no adopta ninguna medida eficaz para luchar contra el desastre.

Duelo artillero a las puertas de Goma. Lucha en el aeropuerto, hasta ayer único acceso de la ayuda internacional, que quedó cerrado al tráfico. Combates cuerpo a cuerpo. Y la evidencia de que los rebeldes tutsis buyamulenges, probablemente con ayuda militar de la vecina Ruanda, controlan una amplia franja de territorio y van ganando esta guerra, cuyo objetivo último, aseguran, es derribar al presidente de Zaire, Mobutu Sesé Seko (que convalece en Suiza de una operación) y "arrojarle a la basura de la historia". Río abajo, decenas de cadáveres, algunos con las manos atadas o decapitados, fluyen hacia el lago Tanganika, fronterizo con Burundi. El viceprimer ministro de Zaire encargado de la Defensa, Mavua Mudima, indicaba anoche que Ruanda ha desplegado 10.000 soldados a lo largo de la frontera entre los dos países.Víctimas también de la guerra son los misioneros y cooperantes de las ONG que trabajan en la zona. Hay más de setenta españoles en esta zona de Zaire, la mayoría religiosos de diversas órdenes, que se han visto atrapados por los combates. Todos están bien, aunque uno de ellos, un carmelita, permanece retenido en su convento por combatientes tutsis.

Algunos, sobre todo rnisioneros, se niegan a huir, aunque sus posibilidades de ser útiles se reducen al no haber rutas para la ayuda humanitaria y al hallarse ésta a punto de agotarse.

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