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Arafat pide "mas que nunca la intervención de Europa para salvar el proceso de paz

Miguel González

El presidente del Gobierno, José María Aznar, expresó ayer al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, el "sólido y activo" compromiso de España con la paz en Oriente Próximo y su "ferviente deseo" de que se desbloquee cuanto antes la actual situación, que amenaza con hacer descarrilar todo el proceso. Aznar, que calificó de "exigencia razonable" la petición palestina de que Israel cumpla los acuerdos firmados, tendrá pronto ocasión de poner en práctica su compromiso, pues el 3 de diciembre recibirá en Madrid al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

Los amigos de verdad se demuestran en los momentos difíciles. Ése fue el mensaje que dejó ayer en Madrid el líder palestino quien, tras deshacerse en elogios hacia la "credibilidad y el prestigio" de sus anfitriones, advirtió que hoy hace falta "más que nunca" que Europa, y en particular España, "se muevan rápidamente" y hagan valer su influencia para evitar que fracase el proceso de paz iniciado hace cinco años en la capital española.Arafat, ataviado con su característica kufía y uniforme militar, recordó que los acuerdos de paz firmados por palestinos e israelíes no fueron de carácter bilateral, sino que contaron con el aval de EE UU, Rusia y la Unión Europea, entre otros países, por lo que la comunidad internacional no puede desentenderse ahora de su incumplimiento. Incluso se mostró dispuesto a aceptar un arbitraje europeo y de las demás potencias sobre los acuerdos."Fortaleza de fuego"

Aznar y Arafat, que se llamaron mutuamente con el calificativo de "amigo", mostraron una gran sintonía durante la rueda de prensa conjunta en Moncloa, e incluso bromearon con el significado en árabe de sus apellidos: Fortaleza de fuego, en el caso del presidente español y Montaña de paciencia, en el caso de Arafat.

Este ambiente distendido no impidió a Arafat pintar con tintes sombríos la situación en la zona: los territorios autónomos están cerrados y todas las ciudades palestinas cercadas por carros de combate, mientras Israel realiza movimientos de tropas en el frente sirio-libanés que podrían desembocar en una "aventura militar muy grave y peligrosa".

Pese a los problemas, reiteró que la apuesta por la paz es "una opción estratégica del pueblo palestino", que continuará negociando hasta conseguir una aplicación "detallada y leal" de los acuerdos.

Aznar se felicitó de la buena acogida palestina, y en su opinión israelí, al nombramiento del español Miguel Ángel Moratinos como enviado especial de la UE para Oriente Próximo, lo que interpretó como "un reconocimiento de la acción diplomática de España". Pero tuvo la precaución de aclarar que el nombramiento de Moratinos no se ha hecho "frente al" del mediador norteamericano Dennis Rosse, sino "además de" éste.

El presidente del Gobierno recordó que Palestina es el país que más ayuda a fondo perdido recibe de España, unos 75 millones de dólares anuales (alrededor de 9.375 millones de pesetas, y expresó su propósito de mantener e incluso incrementar dicha cooperación.

Tras almorzar con Aznar, Arafat acudió a Zarzuela, donde fue recibido en audiencia por el Rey. Su apretada agenda incluyó también entrevistas con el secretario general del PSOE, Felipe González, el coordinador de Izquierda Unida, Julio Anguita, el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, el presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso, Javier Rupérez, y el coordinador del PP, Angel Acebes, a los que recibió en su hotel.

Tras reunirse con Arafat, Anguita reiteró el apoyo que "siempre" ha prestado su coalición al pueblo palestino, informa Javier Casqueiro. Anguita aseguró que IU pedirá que la UE amenace a Israel con "cerrar la llave comercial" y anunció que visitará Palestina en diciembre o enero.

Por la noche, Arafat asistió a una cena organizada por el Club Internacional de Prensa. Allí criticó la oposición israelí a que la UE juegue un papel más relevante en el proceso de paz, informa Georgina Higueras. "No es justo que Israel venda el 70% de sus exportaciones a Europa y no, le permita tener un papel político". Arafat apoyó la presencia de Moratinos en el proceso de paz y se refirió al coste que supone para los palestinos la política de Netanyahu: "El cierre de los territorios cuesta a la nación palestina entre siete y nueve millones de dólares, mucho más de toda la ayuda que recibimos del exterior. Nosotros pagamos por la paz, y los israelíes cobran".

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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