Un paso decisivo en la autonomía financiera

El acuerdo entre el PNV y el Gobierno del PP, pendiente aún de algunos detalles técnicos, supone un paso decisivo en el grado de autonomía financiera del País Vasco, al que sólo falta la Seguridad Social para cerrar el circulo. Los principales aspectos son los siguientes:Impuesto sobre la renta. A las competencias actuales sobre recaudación y fijación de la mayoría de las deducciones se une la de establecer una tarifa del impuesto diferente a la estatal, como ya tiene Navarra, con una oscilación del más o menos 20% con respecto a la tarifa estatal.

Impuestos especiales. Se cede la recaudación por impuestos especiales pero a través de las empresas instaladas en el País Vasco responsables de cobrarlos al consumidor e ingresarlos en el erario público. No es, por tanto, un ingreso que provenga necesariamente de los ciudadanos vascos porque las empresas pueden vender sus productos en otras autonomías. La reclamación de Andalucía es, por el contrario, que se le permita recaudar los impuestos especiales pagados por el consumo de alcohol, tabaco y gasolinas en esta comunidad autónoma. Los ingresos para la autonomía vasca por este concepto se estiman en 110.000 millones de pesetas por la Hacienda central. Mediante una fórmula, aún por determinar, se ajustará esta cifra y se contabilizará como sumando a la hora de calcular el cupo que el País Vasco paga al Estado central.

No residentes. El País Vasco recaudará y liquidará los impuestos que pagan los no residentes en España que tengan, por ejemplo, una cuenta corriente en un banco de esta comunidad autónoma. No tendrá, sin embargo, capacidad normativa al respecto. En cuanto a la tributación de filiales y sucursales de empresas extranjeras, el pacto supone que en ambos Casos pagarán impuestos de acuerdo a la norma vasca. Hasta ahora, las sucursales (por ejemplo, de un banco) tributaban según la normativa estatal, mientras que las filiales (participadas) lo hacían según la vasca.