Los tributos sobre alcohol, gasolina y tabaco fueron la clave de la investidura

La inclusión de los impuestos especiales (tabaco, alcohol e hidrocarburos) en el sistema concertado vasco fue un elemento clave negociación entre el PP y el PNV que culminó en el pacto de investidura del 30 de abril. El punto 4 del pacto dice: "Impuestos especiales. Concertar la tributación de los impuestos especiales de fabricación en función del consumo de los mismos".También se supo en aquella negociación que dicha concertación iba a suponer un aumento de la capacidad recaudatoria vasca de entre 110.000 y 130.000 millones de pesetas, y que su efecto financiero iba a ser neutro por la liquidación del cupo con el Estado. esto es, el Estado iba a seguir ingresando las mismas cantidades, sólo que la recaudación correría a cargo del País Vasco.

Entonces, ningún partido puso objeciones a su inclusión en el sistema concertado, que el PNV argumentó por la finalización del régimen de monopolio del Estado sobre tales impuestos. El PNV convenció al PP de que no había razones de peso para objetar la introducción de tales impuestos en el Concierto, a la vista de que la única razón para su no inclusión en 1979, cuando se negoció por vez primera, fue que esos impuestos estaban sujetos a régimen de monopolio.