Arzalluz prefiere estar solo a que le acompañen las "autonomías de la envidia"

C. FERNÁNDEZ-TRUJILLO El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, defendió ayer el acuerdo económico y fiscal alcanzado entre el Gobierno vasco y el central con un ataque especialmente dedicado a los dirigentes de las comunidades cercanas a Euskadi que critican este pacto. "Con esta vecindad", dijo, "más vale estar solo que mal acompañado"; y añadió que no entiende a "las autonomías de la envidia". Tres regiones limítrofes, Cantabria, Castilla y León y La Rioja, todas gobernadas por el PP, han criticado las ventajas fiscales concedidas por Aznar a Euskadi.

El líder vasco insistió en que el PNV no ha conseguido más dinero, sino actualizar su sistema a los nuevos tiempos con la introducción de cuestiones como la finalzación de los monopolios. Además, no valoró sólo lo ya conseguido. Dio un paso adelante y aseguró que José María Aznar no se atreve a abordar la transferencia de la Seguridad Social a Euskadi por miedo a la reacción de los sindicatos a pesar de que es otro derecho recogido en su estatuto de autonomía.Arzalluz reconoció el papel decisivo de Aznar en la consecución por Euskadi del nuevo concierto fiscal y se mostró convencido de que el presidente del Gobierno se mantendrá firme y no cederá a las críticas que llegan desde las comunidades gobernadas por el Partido Popular, algunas de las cuales calificó de "insidiosas", como las procedentes de La Rioja.El líder del PNV aseguró que el personalmente quiso desde un primer momento hacer público el acuerdo -todavía secreto-, pero algunos miembros del PP no fueron partidarios de airearlo. En su criterio, las comunidades que reclaman ahora las mismas posibilidades que el País Vasco deben plantearlo mediante una reforma de sus estatutos. Sin embargo, opinó que tener un concierto de este tipo es una gran responsabilidad porque supone un gran esfuerzo para recaudar sin pedir al Gobierno central. Y puso un ejemplo: si Andalucía tuviera este sistema, "Chaves no podría pedir dinero a Madrid para tapar sus agujeros de la televisión o la enseñanza".Arzalluz dijo que el caso de Euskadi es distinto al de Cataluña porque Jordi Pujol pide cosas que no están reflejadas en su propio estatuto. "Y me parece bien [que lo haga]", afirmó.Por otra parte, el portavoz del Partido Nacionalista Vasco en el Congreso de los Diputados, Iñaki Anasagasti, aconsejó ayer a los socialistas que se den "una ducha de agua fría" para atemperar las críticas que están lanzando contra el acuerdo entre los Gobiernos central y vasco y para no empeorar la situación, informa Pedro Gorospe.Anasagasti considera "incomprensible, demagógico y peligroso" que responsables de comunidades como el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra (Extremadura) hablen de insolidaridad y agravio cuando todo lo pactado está en el actual marco jurídico. Y añadió: "Creemos que el PSOE está echando leña al fuego. Está buscando la insolidaridad, el agravio. No está serenando la situación. Está haciendo demagogia y, además, está jugando con fuego porque el concierto está en la propia Constitución".