Videntes y sanadores por ordenador
Técnicas tradicionales y cibernéticas en Legamagic, salón esotérico de Leganés
Las ciencias ocultas y el esoterismo también avanzan hacia el próximo milenio e incorporan las nuevas tecnologías, como pueden comprobar los visitantes de Legamagic 96, el II Salón de las Medicinas Alternativas y las Paraciencias, que se celebra estos días dentro de la Feria de Muestras de Leganés. En 30 stands y 32 cabinas para terapias y videntes, pueden encontrarse echadores de cartas, curanderos, sanadores, expertos en reflexoerapia o en chamanismo.Entre las novedades destaca, por ejemplo, un lector de aura en movimiento que permite retransmitir las variaciones que se producen, en función del estado de ánimo, en esa invisible carga electromagnética que tiene cada ser humano. El sistema es relativamente sencillo: un guante con sensores unido a un sofisticado software. Lo ha traído desde Dinamarca el madrileño Luis Majó, que ha trabajado los últimos seis años con un especialista de Copénhague. También hace fotografias del aura que después se puede llevar uno a casa. "Estos aparatos permiten ver con los ojos lo que hasta ahora sólo apreciaban los videntes. La consistencia de esa carga magnética personal pesa sólo 0,75 miligramos, pero la cámara la amplifica y la plasma en colores que luego son interpretados", dice el propio Majó. Cada persona tiene un color básico de aura. El rojo representa, la pasión; el violeta, la espiritualidad; el amarillo, la fuerza mental, y el verde, el equilibrio racional. Desde Estados Unidos ha llegado otro curioso aparato llamado megabrain, una especie de máquina de la felicidad para ayudar a alcanzar la relajación total. Sólo hay que colocarse unas gafas y unos auriculares que emiten ondas alfa, las de la actividad cerebral. Además, en Legamagic, la acupuntura tradicional china ha dado paso a la biocibernética cuántica olográmica, una terapia alternativa con marchamo español. Su creador es el catalán Pere Ribalta, y en Madrid ya utilizan esta técnica, complicada de explicar pero sencilla, al ponerla en práctica, siete sanadores. Carmen Calzado es una de ellas, y, según explica, las agujas han sido sustituidas por un conjunto de chips que acumulan toda la información del núcleo energético del cerebelo. "Si de forma natural esa información falla , es la raíz de la enfermedad física, psíquica o anímica; nosotros lo único, que hacemos es volver a ordenar el sistema para que sea- la propia persona la que ponga en marcha sus mecanismos de reestructuración", dice Calzado.
La incorporación de estas nuevas tecnologías no está exenta de crítica entre los propios profesionales de la magia y la paraciencia, especialmente entre las filas de echadores de cartas. "Lo que Dios no te da no te lo van a dar las máqúinas", exclama Juan Antonio de las Heras, que a sus 29 años es un experto en tarot baraja española y bola de cristal. Asegura que es un vidente con pedigrí. Su abuela era bruja, su madre, médium, y tiene una sobrina de tres años que ya ha tenido premoniciones. Rosy Avellano, que echa el tarot y el oráculo de Bellini, explica que todavía hay mucha gente que mantiene oculto que acude a este tipo de consultas: "España sigue siendo un país muy católico, y ya se sabe que la Iglesia no está de acuerdo con estas técnicas".
Sin embargo, Legamagic si está teniendo una gran afluencia. El jueves, los organizadores calculan que pasaron 20.000 personas por el salón. Se pueden encontrar desde velas o tintes para conjuros hasta amuletos de todo tipo. Los precios oscilan entre las 200 pesetas de las velas a las 5.000 de las consultas. Hacerse una fotografía del aura cuesta 2.500 pesetas. Lo que no se puede encontrar en los stands es ningún artículo dedicado a lo que se llama magia negra. "Todo lo que tenemos es para traer suerte, que bastante negativo es lo que hay fuera", señala Esperanza Martín, organizadora del salón.
Legamagic 96. Feria General de Muestras de Leganés. Hasta el 28 de octubre. Recinto ferial (avenida de Gibraltar, s/n). Entrada: 200 pesetas.
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