El Gobierno, abre la batalla por el control del segundo operador de telecomunicaciones

El Gobierno sentó ayer las bases para reordenar el servicio telefónico en España y dio el pistoletazo de salida a una nueva carrera por el control de las telecomumicaciones. Varios de los grandes bancos, multinacionales del sector y alguno de los primeros grupos industriales del país se preparan, para la puja. La aprobación de un real decreto en el que fija las normas, para el funcionamiento del segundo operador de telecomunicaciones -una compañía con actividades en la telefonía básica, fija y móvil, la transmisión de datos y los servicios multímedia- marca el principio del fin del monopolio de Telefónica. Argentaria, La Caixa, BBV y Morgan Stanley dirigirán la privatización de esta empresa.

El real decreto aprobado ayer, que desarrolla uno anterior del 7 de junio sobre la liberalización de las telecomunicaciones, establece las nuevas funciones del Ente Público Retevisión y sus relaciones con la filial Retevisión SA. Esa sociedad, a la que el Ente Público Retevisión transferirá todas sus instalaciones, su red de comunicaciones, sus empleados (1.200, de los que 10 se mantendrán en el ente) y cualquier otro activo, previsiblernente el próximo noviembre, concentra desde hace meses la atención de los nuevos inversores, nacionales y extranjeros, en el sector de las telecomunicaciones en España.El Gobierno prevé privatizar Retevisión SA hasta en un 80% y dar entrada en ella, mediante concurso, a un consorcio que, conforme a los planes de la Administración, debería estar integrado por una o más entidades financieras, una o dos compañías multinacionales del sector y alguna otra empresa industrial o de servicios con peso en la economía nacional.

Por el momento, tan sólo el grupo constituido por eÍ Banco Santander, BCH y ENDESA. ha presentado públicamente su candidatura, si bien varias multinacionales de la talla de BT (socio del Santander), France Telecom o Cable & Wireless han expresado su deseo de participar en el proceso. Varias compañías de EE UU, que en anteriores procesos de liberalización mostraron interés por España, han retornado contactos.

Otras empresas españolas también han mantenido en alguna ocasión conversaciones con Retevisión (Caja de Madrid) o con socios potenciales para constitución de alternativas que pudieran optar a la privatización de la sociedad que tendrá el título habilitante como segundo operador. En ese grupo habría que considerar a Renfe y Red Eléctrica. En la pugna también se ve involucrado Airtel, ya que Retevisión dispone de una opción sobre el 3% del segundo operador de telefonía móvil GSM, en el que además son accionistas BCH, Santander, EÑDESA y BT. Otros grupos, como en el caso del BBV y Argentaria, no se han pronunciado respecto a su participación o no en el proceso de privatización de Retevisión, pero se han manifestado contra la decisión del Gobierno de impedir que los. accionistas significativos en Telefónica formaran parte del segundo operador, lo que restaría posibilidades a IBV, sociedad controlada por Iberdrola y BBV e interesada en Retevisión.

Retevisión espera que en la próxima semana esté terminada la, valoración de los activos del ente, de modo que una vez constituida la la sociedad sobre la que crea el segundo operador, pueda iniciarse el proceso de privatización, cuya resolución mediante concurso entre los consorcios candidatos se prevé en el primer trimestre de 1997. El valor de Retevisión es hoy el secreto mejor guardado: el ente factura 35.000 millones, gana algo menos de 3.000. y en el balance, el inmovilizado es de 59.432 millones. Fuentes del sector estiman que los socios del segundo operador deberían invertir, al menos, 250.000 millones de pesetas para empezar a ofrecer una alternativa seria a Telefónica.

Con el real decreto aprobado ayer, el Gobierno rompe un monopolio, el de Telefónica, pero formaliza otro, en cuanto que reserva al Ente Público Retevisión el servicio de difusión de señales de televisión en exclusividad. Al tiempo, el Gobierno ha dado un paso más hacia la privatización total de Telefónica al designar a Argentaria, BBV y La Caixa como coordinadores globales españoles de la venta de las acciones del Estado en la compañía. Morgan Stanley será coordinador global internacional.

[Por otra parte, las autoridades españolas consideran "ilegal" la amenaza de la Comisión Europea de prohibir la participación de Telefónica en el consorcio Unisource para forzar una rápida apertura del mercado de telecomunicaciones en España, informa Efe.]