ETA atenta contra los palacios de Justicia de Pamplona, Vitoria y San Sebastian
Tres bombas de escasa potencia estallaron ayer en los Palacios de Justicia de San Sebastián, Vitoria y Pamplona. No hubo heridos, pero los artefactos causaron graves daños materiales en las fachadas de las tres sedes judiciales. Los atentados se han producido tan sólo dos días después de que el consejero de Interior vasco, Juan María Atutxa, rechazara las críticas de los jueces a la escasa seguridad de sus lugares de trabajo.El artefacto de San Sebastián, compuesto de tres o cuatro kilos de explosivo, se encontraba en una mochila colocada en los jardines que bordean la entrada principal del edificio. Los autores del atentado avisaron a las tres de la mañana a la Policía Municipal de la existencia de la bomba. Los alrededores de la sede judicial están muy transitados en las noches de los fines de semana, ya que en esa zona se concentra un importante número de pubs y locales de copas. El área fue acordonada por la Ertzaintza y la Policía Municipal y, 15 minutos después de la llamada se produjo la deflagración.La bomba de Vitoria había estallado antes, sobre la una menos cuarto de la madrugada. El artefacto, colocado en la entrada principal del Palacio de Justicia de la capital alavesa, levantó las algunas de las losetas de mármol que cubren la fachada y lanzó trozos de las mismas contra los coches aparcados en las inmediaciones.
Aviso anónimo
El atentado en la Audiencia Provincial de Pamplona ocurrió a las 2.40 horas, unos 15 minutos después de que una voz masculina alertase a la Cruz Roja de San Sebastián de la colocación del artefacto. El explosivo estaba colocado en una de las ventanas traseras del edificio, dentro de un recipiente metálico envuelto en una bolsa de basura. La deflagración ocasionó daños en cristales y mobiliario, y afectó especialmente al Juzgado número 1 de la Audiencia, donde se investiga la trama navarra del caso Roldán.
EL viceconsejero de Interior, José Manuel Martiarena, declaró en San Sebastián, ante las ventanas destrozadas del Palacio de Justicia donostiarra, que el objetivo de atentados de este tipo es el de "causar terror y meter miedo" a los policías, periodistas empresarios, políticos y jueces. Para Martiarena, contra eso no hay más terapia que "racionalizar el miedo y cumplir con las responsabilidades que tenemos cada uno".
Por su parte, el consejero de Justicia y máximo responsable del PSE, Ramón Jáuregui, indicó que los ataques a los juzgados forman parte de una "estrategia fascista". En opinión de Jáuregui, estos atentados son "un ataque contra uno de los pilares básicos de la democracia como es la Justicia. Los violentos están tocando todos los pilares del sistema democrático y la convivencia civilizada".
Jáuregui se comprometió a trabajar desde el Gobierno vasco para "ofrecer la máxima protección a los jueces y el personal de Justicia que trabaja en el País Vasco, y animarles a que no se dejen amedrentar en su tarea".
El secretario general del Partido Popular en el País Vasco, Carmelo Barrio, considera que con los atentados a sedes judiciales ETA intenta coaccionar a los jueces y mantener un clima de guerrilla permanente en Euskadi. "Ante esta nueva ofensiva de ETA contra la Justicia es necesario pedir a la Ertzaintza y a los departamentos de Interior de Justicia del País Vasco que redoblen sus esfuerzos por proteger a todo el entramado judicial", agregó Barrio.
El departamento de Interior, según Juan María Atutxa, ha invertido ya 600 millones de pesetas en la seguridad de los edificios judiciales. El consejero vasco, que cree que las medidas de seguridad deben adoptar "en función de los riesgos, actividad y el contexto en general", apuntó en su última comparecencia ante la comisión de Interior que entre enero y agosto de 1996, de 260 incidentes en los que ha participado la unidad de explosivos, 180 resultaron falsas alarmas o artefactos simulados.
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