_
_
_
_
_

El mando de la OTAN en Gibraltar centra el diálogo de Matutes en Londres

La sombra militar del peñón de Gibraltar seguirá presente hoy en la reanudación formal de las negociaciones sobre el futuro de la colonia británica que inicia en Londres el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes. Para Madrid, la supresión del mando atlántico de Gibraltar -Gibrned, en el lenguaje de la Alianza Atlántica- es un requisito insoslayable para la plena integración militar de España en la OTAN, y será el punto principal de la agenda que el ministro de Exteriores español abordará con su homólogo británico, Malcolm Rifkind.

Londres guarda, por el momento, silencio oficial sobre el futuro del mando de la Alianza en Gibraltar. Pero los gibraltareños, por boca del nuevo ministro principal, Peter Caruana, ya han hecho saber su oposición a que un general o un almirante español sea el superior jerárquico de los oficiales británicos en Gibraltar. El comandante en jefe británico de Gibraltar, en su calidad de mando local de la OTAN, responde ahora ante el cuartel general atlántico en Nápoles.Para nadie es un secreto que Londres pretende arrancar concesiones a Madrid sobre el futuro de la colonia a cambio de facilitar la integración española en, la estructura militar de la OTAN. La presencia de un mando de cuarto nivel de la Alianza Atlántica en Gibraltar -un enclave esencialmente militar con una población de 26.000 personas ya fue uno de los obstáculos que entorpecieron la aproximación del Gobierno de UCD a la Alianza Atlántica.

El diseño de la nueva estructura militar de la OTAN -que ha decidido suprimir los mandos de cuarto nivel como el de Gibraltar- será aprobado por el Consejo Atlántico y el Comité de Planes de Defensa, que se reúne en diciembre en Bruselas. El proyecto preocupa a Londres, que teme ser acusado de debilidad frente a sus socios y aliados europeos. Que el secretario general de la OTAN sea un español, Javier Solana, es visto por los británicos como un arma de doble filo. Por un lado, puede apoyar la posición de Madrid, pero tampoco puede permitir que acabe siendo acusado de parcialidad en favor de su país de origen.

La marcha de la Conferencia Intergubernalmental para reforma del tratado de Maastricht, que Londres quiere que sea lenta, y el contencioso propiamente dicho de Gibraltar -la paulatina recuperación española de la soberanía de la colonia- forman parte también de la agenda de la reunión entre los dos ministros de Exteriores.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_