Los funcionarios protestan en masa para que el Gobierno dé marcha atrás en la congelación salarial

Cientos de miles de empleados públicos se echaron ayer a las calles para pedir al Gobierno que dé marcha atrás en la congelación de sus salarios. En un comunicado conjunto los 12 sindicatos convocantes, que cifraron en 650.000 los manifestantes en toda España, denunciaron la vulneración del "legítimo e irrenunciable derecho a la negociación colectiva". Y finalizó con un aviso: "Si el Gobierno no retira estas medidas y no se sienta a negociar, seguiremos luchando desde la serenidad, seremos contundentes". Mañana decidirán nuevas protestas, entre ellas la convocatoria de una huelga antes de fin de año.

La manifestación de Madrid tardó una hora y media en recorrer la calle de Alcalá desde la plaza de Cibeles hasta la Puerta del Sol. La difícil coordinación de las siete organizaciones sindicales convocantes (CC OO, UGT, CSI-CSIF, USO, CGT, SUP y UFP) convirtió la marcha de muchos miles de funcionarios en un vodevil de parones y acelerones entre el desconcierto de los empleados públicos.Entre los líderes que portaban la pancarta principal se colocaron réplicas de José María Aznar y Jordi Pujol. Junto a los disfrazados se encontraban el secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez, y de UGT, Cándido Méndez, y el presidente nacional del CSI-CSIF, Domingo Fernández Veiguela, entre otros. Un miembro del servicio de orden afiliado al Sindicato Unificado de Policía calculó entre 120.000 y 130.000 los manifestantes.

Durante la lectura del comunicado final, había manifestantes desde la entrada de la calle Arenal hasta la sede de Banesto en la calle Alcalá (unos 300 metros) con una anchura media ocupada de unos 40 metros. Si se calculan cuatro personas por cada metro cuadrado resultan 48.000 asistentes.

Al término de la concentración un oficial administrativo del Cuartel General de la Armada, Juan Ignacio González Comeche, de 42 años, 22 de ellos en la Administración, leyó en nombre de todos los funcionarios movilizados un comunicado conjunto de los siete sindicatos (él pertenece a CSI-CSIF) en el que una vez más se expuso la pérdida de poder adquisitivo de los sueldos de los funcionarios públicos (con la congelación decidida por el Gobierno del PP sostienen que se llega casi a 11 puntos) y se critica la "postura prepotente del Gobierno" al que acusan de quebrar la confianza en los contenidos de los acuerdos firmados que no ha respetado.

Durante la marcha por la calle Alcalá los pitidos generalizados y la charanga de la CGT dominaron sobre las consignas. La más coreada, Aznar, capullo, congela el sueldo tuyo, fue maliciosamente tergiversada por muchos al nombrar el objeto del vituperado enfriamiento.

En Barcelona, unas 30.000 personas protestaron por las calles del centro de la ciudad para desembocar en la plaza de Sant Jaume, ante la sede de la Generalitat de Cataluña. Los sindicatos leyeron un comunicado conjunto en que se rechazó la medida adoptada por el Gobierno, de la que consideran cómplice al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. En la manifestación, en la que participaron los lideres de CC 00, Joan Coscubiela, y de UGT, Josep María Álvarez, también estuvieron presentes el dirigente socialista Josep María Sala y el líder de Iniciativa por Cataluña (IU), Rafael Ribó. En Lleida, Girona y Tarragona también hubo protestas en las que participaron en total unas 3.500 personas.

Las manifestaciones de Galicia se desarrollaron bajo la lluvia y cerca de 20.000 personas participaron en los actos de protesta convocados en siete ciudades gallegas, informa La concentración más numerosa fue la de Vigo, que reunió a unos 4.000 asistentes. Los líderes sindicales abogaron por continuar las movilizaciones hasta llegar a una huelga general de la función pública.

Miles de empleados públicos de la Generalitat valenciana se echaron también a la calle para hacer valer su derecho a la negociación colectiva. A la manifestación de Valencia asistieron unas 15.000 personas, según la policía, y más de 20.000 según los organizadores. En Alicante, el número estirnado era de 10.000 y en Castellón, de 2.000, informan Jaime Esquembre y Ángeles Durán.

En Asturias varios miles de funcionarios se manifestaron por las calles céntricas de Oviedo contra la congelación salarial. La manifestación concluyó frente a la sede de la Delegación del Gobierno, donde un portavoz leyó un manifiesto, informa Javier Cuartas. En Santander, según los sindicatos convocantes, unos 5.000 empleados públicos, en algunos minutos bajo la lluvia se manifestaron entre la plaza de Numancia y la Delegación del Gobierno donde al titular Alberto Cuartas le fue entregado un manifiesto, informa Jesús Delgado.