Dos detenidos en Sevilla

La manifestación de Sevilla comenzó accidentada y se convirtió improvisadamente en una protesta contra la detención, horas antes de su comienzo, de dos miembros del comité de empresa de Astilleros. Un altercado entre agentes de la Policía Local y los dos sindicalistas, en el que hubo agresiones, y sobre el que circularon versiones contradictorias, acabó con Ignacio Sánchez, presidente del comité de empresa de Astilleros, y Antonio Jiménez, también del citado comité, en los calabozos y poco después ante el juez de guardia, donde sindicalistas y agentes se cruzaron denuncias.La detención una hora antes de la prevista para la movilización provocó enfrentamientos entre los sindicalistas -que incluso llegaron a las manos-, unos con la intención de bloquear indefinidamente la manifestación (unas 12.000 personas se habían concentrado para iniciarla en la Plaza Nueva) hasta que fueran liberados los dos sindicalistas, y otros partidarios de diferenciar el altercado del motivo real de la convocatoria. Ganaron los primeros, integrados fundamentalmente por los trabajadores de Astilleros y partidarios del sector crítico de CC OO, que lograron paralizar la marcha hasta que Ignacio Sánchez, en libertad provisional tras declarar ante el juez de guardia, se incorporó a la cabecera de la manifestación.