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Los kurdos rivales de Sadam reconquistan una estratégica ciudad en el norte de Irak

Los planes de Sadam Husein de consolidar su poder en el turbulento norte de Irak sufrieron ayer un sorpresivo revés cuando sus adversarios de la Unión Patriótica de Kurdistán (UPK), de Jalal Talabaní, reconquistaron la ciudad de Suleimanía, reabriendo así la posibilidad de una nueva guerra civil en el Kurdistán iraquí. La contraofensiva de la UPK puso fin a casi un mes de dominio del Partido Democrático Kurdo, (PDK), de Masud Barzani, en Suleimanía y alrededores y arrojo inquietantes interrogantes sobre la compleja situación kurda y sus posibles efectos en las tensas relaciones entre Irak e Irán.

El Gobierno de Bagdad no había revelado anoche sus intenciones para enfrentarse al nuevo desafío de Talabani, cuyos vínculos con Irán y Estados Unidos causan serias preocupaciones a Sadam. Husein. La UPK dijo que Suleimanía cayó "tras una espontánea rebelión. popular", pero en un comunicado recibido en Turquía, el PDK de Barzani se apresuró a denunciar una "invasión" de fuerzas iraníes y formuló un dramático llamamiento a todo el mundo para contener "la brutal agresión iraní".La caída de Suleimanía en manos de la UPK al alba de ayer, confirmada por fuentes de las Naciones Unidas en la ciudad, fue incruenta. Informes de la zona dijeron que las fuerzas del PDK habían abandonado sus posiciones horas antes del avance de la UPK y que Barzani se había replegado a la ciudad petrolera de Kirkuk. Los hombres de Talaban¡ consiguieron además tomar el control de las poblaciones de Chamchamal, al sur de Suleimanía, y de Darbandikhan, hacia el este. "El área comprendida entre la frontera iraní y un buen sector del Kudistán iraquí está ahora en manos de Talabani", dijo una fuente de la ONU, que agregó que la situación permanecía en calma.

Según la agencia turca de noticias Anatolia, Barzani declaró desde su refugio en Kirkuk: "Nuestro pueblo ha sufrido una invasión iraní durante los últimos tres días". En Bagdad, Sadami Husein convocó al Consejo del Comando Revolucionario y a la dirección del partido Baaz, en el poder, y dejó entrever que busca una solución negociada. "Instamos a las partes en conflicto a mantenerse lejos de las influencias foráneas y a reanudar las conversaciones de paz con Bagdad. Estamos dispuestos a invitar a todas las partes a establecer un diálogo en Bagdad", rezaba un comunicado emitido al término de la reunión y que fue difundido por la agencia oficial de noticias INA.

Ni la UPK ni el PDK habían manifestado anoche su intención de aceptar la iniciativa iraquí. Una señal de que Talabani se propone mantener el ritmo de su campaña militar llegó ayer desde Damasco, donde un portavoz de uno de sus aliados, el Consejo Shií Supremo para la Revolución Islámica en Irak, dijo que la UPK se apresta a recobrar el control de la ciudad de Arbil, epicentro de la lucha entre los kurdos e iraquíes. La batalla por esta ciudad determinó hace un mes la intervención norteamericana, a raíz del apoyo armado que Bagdad brindó al PDK.

Irán rechaza tajantemente las frecuentes acusaciones iraquíes de que Teherán instiga, financia y organiza las actividades de la UPK, que al mismo tiempo ha sido asociada con planes secretos norteamericanos para desestabilizar al régimen de Bagdad. En el panorama de las vertiginosamente cambiantes alianzas kurdas destaca la reciente y sorpresiva cordialidad entre Estados Unidos y el PDK de Barzani. Ese es un factor que parece destinado a eliminar toda posibilidad de que Bagdad vuelva a embarcarse en una "operacion de rescate" del PDK. Pero en medios iraquíes bien informados existe la impresión de que los últimos acontecimientos pueden facilitar el papel de Bagdad como árbitro en la mesa de negociaciones entre las facciones kurdas iraquíes.

Los nuevos enfrentamientos entre el PDK y la UPK van a complicar aún mas los esfuerzos iraquíes para vencer la oposición de las Naciones Unidas a la puesta en marcha del plan de reanudación limitada de exportaciones de crudo, dentro del esquema denominado "petróleo por alimentos" para mitigar el sufrimiento de la población civil iraquí, sometida a seis años de estricto bloqueo internacional.

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El plan fue suspendido hace un mes, durante los anteriores choques entre las fuerzas de Barzani y Talabani, porque la ONU alegó que la situación no garantizaba la seguridad del personal encargado de la supervisión de distribución de ayuda humanitaria. La semana pasada, la ONU dijo que las condiciones para poner en marcha el plan "todavía no son propicias", y citó violaciones iraquíes a acuerdos que prevén la destrucción de armas de destrucción masiva. Irak sostiene que tal argumento es una artimaña norteamericana.

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