Un agujero negro en el centro de la Vía Láctea
Dos investigadores alemanes 'han intentado averiguar si en el centro de la Via Láctea, nuestra galaxia, existe realmene un agujero negro o no. Su conclusión, publicada en el último número de Nature, es que dificilmente otro fenómeno podría explicar el movimiento de las estrellas alrededor del centro.
Un agujero negro es un objeto cuya gravedad es tan intensa que ni siquiera la luz puede escapar de él. Aunque todavía no se han encontrado pruebas concluyentes de agujeros negros, los astrofísicos creen que deben existir, y deben ser de dos tipos. Unos se formarían en el colapso de las explosiones de estrellas supernovas. La segunda variedad de agujeros negros, mucho más masivos que los primeros (entre un millón y mil millones de veces la masa del Sol), se encontrarían en el centro de galaxias, y serían el motor de los extraordinariamente brillantes quasares, pero demostrar su existencia es muy difícil porque los quasares- estan muy lejos. Otra forma de detectar agujeros negros en centros galácticos es por sus efectos gravitacionales, ya que el gas y las estrellas que estan cerca de estos misteriosos objetos deben moverse mucho más rápido que las que estan lejos.
Richard Genzel y Andreas Eckart, del Instituto Max Plank, han utilizado este método en Vía Láctea. Es un trabajo complicado porque, desde aqui, sólo se puede medir con precisión el movimiento de las estrellas en una dirección (alejándose o acercándose de la Tierra en la línea imaginaria que nos une al centro galáctico) mientras que los astros deben moverse en tres dimensiones.
Genzel y Eckart han superado esta ambiguedad midiendo los movimientos de estrellas muy próximas al centro de la Vía Láctea y concluyen que las velocidades son las mismas en las tres dimensiones. Esto no es una prueba, concluyente de la existencia de un agujero negro pero apenas deja margen para otra explicación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.