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INTEGRACIÓN ESCOLAR

Más niños 'integrados' en las clases y los mismos medios para atenderles

Protestan los padres de discapacitados de un centro leonés

En el colegio público Antonio Valbuena de León ha estallado la protesta. Desde hace al menos cuatro años padres de alumnos discapacitados físicos y psíquicos y educadores demandan conjuntamente un incremento en el número de profesores y cuidadores para el área de integración, donde hay más alumnos y donde, sin embargo, no se cuenta con más medios materiales y humanos para atenderles.El colegio cuenta con 900 alumnos de infantil, primaria, primero de ESO y octavo de EGB. Hace seis años, el centro albergaba a ocho niños discapacitados y el personal docente para este último colectivo estaba compuesto por tres profesores de apoyo a la integración, un logopeda, un fisioterapeuta y tres cuidadoras (una de ellas a tiempo parcial).

Hoy, el número de ellos asciende a 21, pero no se han actualizado los medios materiales y humanos destinados por el Ministerio de Educación a este grupo. Desde el inicio del curso se ha suprimido el trans porte escolar al mediodía, por los costes que supone, según una contestación de la dirección provincial de Educación, lo que obliga a la gran mayoría de estos niños a comer en el colegio sin contar con una aten ción especializada e individual. Dos objetores de conciencia, ayudan a las dos cuidadoras a la hora del almuerzo a atender a estos niños, de entre tres y 12 años, lo que convierte el momento en un verdadero maratón, ya que la mayor parte de ellos sufren problemas motóricos graves que les impiden cualquier tipo de movimiento. Almudena Sierra, una de las cuidadoras explica que la situación es tan grave que algunos padres se ven obligados a acudir al colegio varias veces al día, "para echar una mano" si el niño necesita ser trasladado de lugar o cambiado de ropa.

"No damos abasto. De forma voluntaria haríamos todo, pero nos es materialmente imposible, no podemos con todo. La situación es insostenible", señala Sierra. "Se necesitan dos profesores y dos cuidadoras más. Se han pedido y no se han conseguido. Comprendo la inquietud de los padres y desde el colegio los apoyamos en sus demandas", puntualiza, de manera firme María Jesús Blanco, jefa de estudios.

"No es un caso aislado"

Además, la burocracia tiene en este colegio ejemplos claros de lo que no se debe hacer en materia educativa. Una madre con dos hijos discapacitados -uno de ellos son síndrome de Down- tiene a cada uno en un colegio diferente; uno de ellos en el Antonio Valbuena. A la hora de la salida y a la entrada debería acudir a los colegios al mismo tiempo, pero es imposible. Otra madre optó por llevar a su hijo al centro Antonio Valbuena desde Trobajo, localidad a un kilómetro de León, a pesar de que el ministerio le advirtió que no tenía derecho a transporte.Por la mañana, la única furgoneta que traslada a los niños al colegio desde sus domicilios tiene que hacer dos viajes al ser el número de plazas insuficiente para este colectivo. El primer grupo de niños tiene que esperar en el patio a que lleguen sus compañeros. La espera en ocasiones es de 20 minutos. De nuevo, la respuesta del ministerio a la petición de una segunda furgoneta ha sido negativa, basándose en la escasez de medios económicos. La pasada semana los padres de los niños discapacitados se concentraron en el hall de la dirección provincial de Educación en demanda de una respuesta urgente que no llega. Miembros de la FAPA Seis de Diciembre de León apoyaron la protesta.

Luis Jiménez es el padre de Camino, de ocho años, afectada por una parálisis cerebral derivada de un error médico poco tiempo después de nacer. En opinión de Jiménez, la situación del colegio Antonio Valbuena en el área de integración no es aislada.

"Muchos centros de la provincia están pidiendo lo mismo que nosotros", dice Jiménez. "Quizá los ratios legales de profesores y cuidadores que maneja el ministerio como necesarios se cumplan, pero si cada niño normal y sano es una historia, estos más. ¿Qué se puede opinar de que un niño discapacitado esté más de tres horas y media al día metido en una furgoneta, por ejemplo?".

Jiménez, profesor de Economía de la Universidad de León, asegura que el problema podría movilizar a otros centros de León. La protesta podría extenderse en la provincia si prospera una propuesta en este sentido de la FAPA Seis de Diciembre. Francisco Álvarez, presidente de este último colectivo, presentará una moción para apoyar las exigencias de los familiares de niños discapacitados, el próximo día 19, en el colegio San Claudio, en el transcurso de una reunión de presidentes de APAs de León.

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