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Entrevista:

"Hay que evitar la división de Europa en bloques militares"

Leonid Kuchma declina la oportunidad de hablar en ruso durante la entrevista que se desarrolló en la tarde de ayer en una sala recargada de tapices en el palacio del Pardo, y prefirió expresarse en ucranio.

Pregunta. ¿Qué teme más ante una eventual sucesión del presidente ruso, Borís Yeltsin?

Respuesta. Estoy convencido de que Borís Yeltsin va a superar todos los problemas relacionados con su operación y seguirá desempeñando sus obligaciones como presidente. Eso es bueno para Rusia, para Ucrania y para el mundo. Tiene que ser así; no hay otro camino.

P. Ustedes hablan de despolitizar las relaciones económicas con Rusia. ¿Se puede acercar Ucrania económicamente a Rusia sin hacerlo políticamente?

R. Podemos convivir con Rusia económica y políticamente. Rusia es nuestro vecino. Es un país grande y queremos vivir en paz con él. Nos interesa colaborar con Rusia, como a Rusia le interesa colaborar con Ucrania. Las bases para esa colaboración económica ya existen.

P. ¿No le preocupa que Ucrania quede aislada de sus vecinos de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) por su negativa a participar en la unión aduanera y defensiva que promueve Moscú?

R. Ucrania ha declarado su intención de ser un país neutral, fuera de bloques militares. Pero en este deseo de paz no vamos a estar solos; por ejemplo, nos sentimos apoyados por la Unión Europea. Todos debemos trabajar para que Ucrania tenga su sitio en el mapa. Hay un proverbio ucranio que dice "quien tenga miedo, que no vaya al bosque". Nosotros no tenemos miedo de seguir construyendo la nación ucrania.

P. La amenaza rusa de imponer aranceles a algunos productos ucranios puede ser una muestra de los inconvenientes de ese aislamiento. Usted ha llegado a hablar de guerra comercial.

R. Hemos valorado ese acuerdo entre cuatro países [Rusia, Bielorrusia, Kazajstán y Kirguizistán] como un acuerdo político antes que económico. No existen las condiciones necesarias para esa unión aduanera. A Europa le ha costado cincuenta años alcanzar algo parecido. Tenemos una legislación diversa, un distinto nivel de desarrollo y distintos sistemas de producción. Por ejemplo, Ucrania va por delante de Bielorrusia en el avance hacia una economía de mercado. Ninguna guerra, tampoco la guerra económica, va a dar gloria a nadie. Y las guerras tienen que terminar siempre con algún acuerdo. Por eso buscamos un acuerdo con Rusia. De momento, sólo podemos esperar.

P. ¿Su reciente encuentro con Víktor Chernomirdin, primer ministro ruso, ha arrojado algún acuerdo definitivo sobre la Flota del mar Negro?

R. Chernomirdin es un hombre pragmático. Hemos hablado de la Flota del Mar Negro, y hemos acordado que la comisión encargada siga trabajando un mes más a fin de acercar posturas.

P. Entonces, ¿no hay acuerdo sobre el status que tendrán la ciudad y la base naval de Sebastopol, en Crimea?

R. El acuerdo es el que había. La base principal de la flota rusa del mar Negro está en Sebastopol, y queremos que se sienta cómoda allí. Pero en Sebastopol también tiene su base la flota de Ucrania, y Sebastopol es una ciudad ucrania, bien delimitada y separada de la base.

P. ¿No se siente presionado por el ala más nacionalista del Parlamento ucranio, que rechaza las compensaciones que Rusia ofrece a cambio de Sebastopol?

R. La cuestión ha surgido al elaborar la Constitución, aprobada el pasado mes de junio, pero el tema no se ha discutido aún en el Parlamento ucranio. Es verdad que hay quien quiere expulsar a la flota rusa, pero también los hay que defienden una flota compartida por ambos países. Son distintos puntos de vista y para eso está el Parlamento.

P. ¿Qué obligaciones quedan aún por cumplir por parte ucrania de los acuerdos trilaterales firmados con EE UU y Rusia en enero de 1994 sobre la retirada de cabezas nucleares de su país?

R. Ucrania ha cumplido sus obligaciones al 100% y hoy es un país sin armas nucleares. La última arma nuclear en Ucrania fue retirada el pasado 30 de mayo.

P. ¿Ha sabido valorar Occidente ese esfuerzo de desarme?

R. Creo que no. Quizá porque a menudo se toma una decisión, se llega a un acuerdo y luego se olvida todo. El esfuerzo que ha tenido que hacer Ucrania para despojarse de las armas nucleares ha sido mucho mayor del que habríamos podido imaginar, muy superior a lo que podemos recibir de EE UU. Aun sin arma nuclear, todavía nos quedan cohetes y restos de material e instalaciones. Pero el pueblo ucranio también ha ganado con la desnuclearización del país.

P. ¿Ha cumplido Rusia con la devolución del combustible nuclear procedente de esas armas?

R. Todavía no. Sigue pendiente la firma de un acuerdo sobre compensación por la entrega de armas nucleares tácticas, pero el proceso sigue su curso.

P. ¿La negativa de Polonia, República Checa y Hungría a instalar armas nucleares en su territorio si entran en la OTAN sería la garantía que necesitan Ucrania y Rusia para aceptar la ampliación de la Alianza?

R. No supondría una garantía de seguridad para Ucrania. La amenaza de las armas nucleares tiene un alcance que va más allá del territorio de estos países. Pero desde el punto de vista moral cabría preguntarse para qué renuncia Ucrania a sus armas nucleares si otros las instalan en su frontera. Hemos propuesto una Europa central y oriental desnuclearizada, y somos coherentes con esa propuesta. La seguridad de esos países gana si no se instalan en ellos armas nucleares, porque las instalaciones nucleares son amenazantes y son el primer objetivo de ataque en caso de guerra.

P. ¿Cambiaría la política exterior ucrania si una ampliación de la OTAN desatara las presiones de Moscú sobre Kiev para comprometerse en un bloque de defensa alternativo?

R. La posición ucrania es clara. Ningún país tiefie derecho de veto sobre la entrada en la OTAN de otro país. Ucrania, por su parte, no tiene intención de incorporarse al Acuerdo de Tashkent [pacto defensivo promovido por Moscú dentro de la CEI]. La OTAN puede ser un bloque político-militar con las puertas abiertas para quien quiera incorporarse a él, y Ucrania, que suscribió el programa de Asociación para la Paz, está aumentando su cooperación con la Alianza en varios terrenos, como el científico. Lo único que decimos es que para la ampliación se debe contar con los intereses de Ucrania. De qué modo y manera es algo que determinarán las conversaciones, pero debemos evitar la división de Europa en bloques militares.

P. ¿Cuáles son los compromisos que Occidente debe cumplir para el cierre del último reactor en funcionamiento en la central nuclear de Chernóbil para el año 2000?

R. Cumplir el memorándum firmado en la conferencia de Moscú, con las compensaciones económicas y de apoyo al desarrollo de nuestro sector energético que en él se contemplan. No hay que olvidar que el mayor peligro nuclear en este momento nos viene del sarcófago del reactor 4 de Chernóbil [que provocó el accidente en 1986]. Los científicos no pueden determinar los procesos que pueden estar desarrollándose en ese reactor.

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