_
_
_
_

Una oferta para hacer escuchas privadas

El comandante José Manuel Navarro Benavente, según ha confirmado a EL PAÍS, recibió en 1993 de su antiguo jefe en el Cesid, Juan Alberto Perote, una oferta para trabajar en escuchas teléfonicas a título privado.

Ambos se hallaban ya fuera del centro cuando Perote le citó en su despacho de asesor de seguridad de Repsol. Le indicó que pretendía crear en Madrid una sucursal de Checking, la empresa que dirigía en Barcelona el ex jefe de la lucha antiterrorista, Francisco Álvarez, y a la que Perote encargó trabajos para Repsol y Tabacalera.

Se trataba de que Navarro hiciera idéntica tarea a la que desarrollaba en el Gabinete de Escuchas del Cesid. Perote le mostró un aparato que permitía barrer e interceptar las frecuencias de teléfonos móviles.

Más información
Perote tiene una red de apoyo integrada por agentes expulsados del Cesid

Navarro lo rechazó y Perote le preguntó a quien consideraba más apto para ese trabajo, Enríquez o Molero. Posteriormente, Perote citó a Navarro para que ensenara a Molero a usar el escáner, pero se frustró el encuentro.

Perote tenía ya su propia empresa, ZPA, de la que fue administrador un hijo del coronel del Cesid Fernando Rodríguez, Romeo, implicado en las escuchas de La Vanguardia. Según Javier Abasolo, empresario que intentó negocios con Perote, Romeo le visitó para estudiar proyectos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_