"El colectivo mas dañado por ETA es el empresariado vasco"
El presidente de Confebask Baltasar Errazti, de 62 años, natural de Barakaldo,(Vizcaya) está harto de la violencia y cansado de recibir periodistas para hablar del chantaje de ETA denominado. impuesto revolucionario y de los secuestros de empresarios. El responsable de la patronal vasca reconoce que hay capitales que se han esfumado por el miedo a los "bandoleros".Pregunta. La semana pasada charló con Xabier Arzalluz. ¿Le tranquilizó sobre los recursos del Gobierno contra la reducción del impuesto dé sociedades en Euskadi?
Respuesta. Así es. Él está tranquilo y confía en la palabra, dada por José María Aznar. Las peculiaridades de nuestro concierto económico, que algunos pretenden plantear como si fuese un privilegio, están dentro del ordenamiento jurídico. Las razones del recurso del PP son políticas. El camino es que se generalicen las medidas, no los recursos.
P. El lehendakari dijo hace dos semanas que el País Vasco es atractivo para las inversiones extranjeras.
R. En Euskadi se ha hecho un extraordinario esfuerzo para el rearme de un buen número de empresas. Si a esto añadimos una política industrial correcta promovida por él Gobierno vasco, una adecuada normativa del impuesto de sociedades por la diputaciones, asistimos a un resultado bueno.
P. ¿Se podría decir que Euskadi es atractiva para los capitales extranjeros?
R. Rotundamente sí. La violencia es un hándicap muy importante, pero Euskadi tiene atractivos para inversiones extranjeras y también propias. Frente a esos desmanes e irracionalidades, que van desde el asesinato a la extorsión pasando por la privación de libertad, el empresario está fuertemente comprometido con el desarrollo de este país.
P. ¿Considera un tópico la huida de capital del País Vasco por el miedo chantaje terrorista?
R. Se han ido capitales por el terrorismo y por evidentes presiones. Y por otros motivos. Ha habido otros capitales que también han venido, como las inversiones extranjeras. ¿Es mayor el flujo de salida que el de llegada? Pues no lo sé.
P. Hay empresarios que pagan el denominado impuesto revolucionario de ETA y lo entienden como una inversión en seguridad.
R. Ésa es una cosa de la que no puedo hablar con rotundidad. Supongo que alguno pagará. Lo que me atrevo a decir es que la inmensa mayoría no paga. Si hay alguien que paga, no va a venir a contármelo a mí. Pero la apuesta de nuestros empresarios es no rendirse al chantaje.
P. Parece que quieren ustedes empresarios héroes.
R. El hecho de comunicar eso a Interior no es un acto de heroicidad. Lo que se consigue es que ese empresario sepa que hay alguien compartiendo su preocupación. La primera duda que a uno le entra cuando recibe una carta de ETA es si es o no auténtica. Probablemente se emiten tantas falsas como las que envían estos bandoleros.
P. ¿Sabía que un dirigente de ETA detenido en verano tenía una lista con 129 empresarios?
R. Sé que existe la lista, la he visto, pero no me la he leído. Ni sé si estoy en ella.
P. El consejero de Interior, Juan María Atutxa, cree que hay muchas formas de pagar el impuesto, revolucionario y critica a los empresarios que pagan peaje insertando publicidad en Egin.
R. No sé ni el volumen de dinero que se maneja en publicidad en Egin ni lo que cuesta ponerlos. En líneas generales, creo que tiene razón Atutxa, hay muchas formas de pagar el impuesto. Si llamamos impuesto revolucionario hasta aquellos intangibles que van en la propaganda gratuita que los medios de comunicación hacen al mundo terrorista simplemente dándoles la cancha que les dan. ¿Hay alguien que sepa medirlo? Algo es. Si todos callásemos las actuaciones de esos bandoleros, estarían más descontentos. Eso también es un pago del impuesto. Les viene muy bien que hablemos permanentemente de ellos. Ésa es su propaganda fundamental. Y, además, gratuita.
P. Los secuestros de Aldaya o de Iglesias, el asesinato del empresario Isidro Usabiaga o la bomba contra el secretario de la patronal guipuzcoano, José María Ruiz Urchegui, son cuatro de los últimos objetivos de ETA relacionados con el mundo empresarial.
R. En las actuaciones de ETA, lo que más vale son las vidas. Pero refiriéndome al terreno económico, el colectivo más dañado creo que ha sido el empresariado vasco. Ha habido sufrimiento permanente. Los tres que ha citado son sólo los más recientes. Ha habido otros casos anteriores, igual de tristes y de graves. El más reciente ha sido el de Isidro Usabiaga. La muerte es algo terrorífico. Nosotros no hemos cambiado nuestra opinión, incluso en los momentos en los que la opinión pública no estaba tan definida y decantada como está ahora, desde esta casa siempre los hemos condenado. Hemos asistido a un cambio cualitativo, cuando van contra el corazón de la propia organización empresarial vasca con la bomba contra Urchegui. Nos ha estremecido, pero no nos ha debilitado. Los actos contra el empresariado consiguen reforzar el compromiso con nuestro pueblo
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