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"La paz está herida, pero no muerta"

He llegado a Jerusalén con el corazón lleno de rabia, con el alma afligida. Esta ciudad, una de las más fascinantes, junto con Fez y Roma, Estambul, Florencia y El Cairo, recupera su magia de lugar privilegiado bendito y maldito, elegido y perseguido, donde la historia se toma incandescente para tantos hermanos enemigos. Fuera de nuestra entrevista, ¿qué es lo que me ha dicho Simón Peres que permita resumir el espíritu de nuestro encuentro? A la pregunta: ¿Debemos dejar de tener esperanzas en Israel?, responde: "Sólo tienen derecho a hacerlo los que han hecho todo lo posible para que el proceso de paz tenga éxito. ¿Ha actuado [Benjamín] Netanyahu como el mejor aliado objetivo de Hamás?. La respuesta es: "Sí, sin duda, pero esto no puede durar". Lo que no me ha dicho Peres es que Rabin y él han realizado una auténtica y profunda revolución. ¿Qué revolución? Rabin y Peres decidieron que existía una ley internacional, que el deseo de seguridad y la voluntad de no dominar a otro pueblo les obligaba a preferir esto a una legitimidad bíblica reinventada. Ésta fue la filosofia de Rabin, héroe y pionero de Israel. Y contra esta filosofía se sublevan Netanyahu y los suyos. Ésta es la base del debate.Pregunta. Así pues, señor Peres, ¡hemos vuelto 10 años atrás!

Respuesta. La historia no retrocede nunca.

P. Tal vez, pero es trágica.

R. Pero creo que va en una dirección y que nadie puede desviarla.

P. ¿Ni siquiera Netanyahu?

R. Ni siquiera él. La realidad es ineludible.

P. ¿Qué realidad?

R. Ahora existe una organización palestina autónoma y reconocida. Sus responsables son nuestros interlocutores. E incluso nuestros socios, sean o no conflictivos. Ni Gaza ni Nablús van a ser reocupadas. La economía de Israel depende de la paz, y la paz de los palestinos depende de la economía

P. Si el primer ministro toma la decisión de retirarse de Hebrón, ¿votarán ustedes a favor de Netanyahu? Porque es muy probable que pierda el apoyo de ciertos miembros de la coalición.

R. Sí, votaremos a su favor. Apoyaremos cualquier decisión que nos encamine hacia la paz.

P. ¿Y esto podría no excluir la formación de un Gobierno de unión nacional con ustedes?

R. Por la paz, no excluyo nada

P. Pero ¿este Benjamín Netanyahu qué clase de hombre es exactamente? A fin de cuentas, ¿no tenía razón Leah Rabin al imputarle las peores responsabilidades tras el asesinato de su marido? ¿no es peligroso este hombre?

R. Me impongo a mí mismo ser más prudente y cortés.

P. ¿Sabía usted que en Europa se ha llegado a comparar a Netanyahu con Le Pen?

R. Desde luego, él ha contribuido en gran medida a suscitar esta deplorable comparación.

P. Pero ¿podría describírmelo? ¿Qué relación mantienen?

R. Su relación conmigo no está desprovista de respeto. Su padre y él mismo nunca han dejado pasar la ocasión de agradecerme el que, siendo ministro de Defensa, pronunciara la oración fúnebre en honor del hermano de Benjamín, muerto en combate como un héroe en Entebbe. Al parecer, con motivo de esta oración escogí unas palabras que no olvidan. Como político es otra cuestión. Me. veo obligado a remitirme a las pruebas. Es un hombre que ha empezado por creer que la política era simplemente la continuación de los programas de la CNN. Palabras, palabras y más palabras. A veces consigue seducir, pero nunca convencer. En todo caso, en 100 días sólo ha tomado una decisión, y ha resultado ser catastrófica. Escúcheme bien: este túnel nunca ha tenido ninguna clase de interés, ni arqueológico, ni religioso, ni estratégico. En cambio, podían preverse las consecuencias políticas de una decisión así.

P. ¿Inconsciencia. o provocación?

R. Ni lo uno ni lo otro. Simple voluntad de afirmar su autoridad y lo que llamaría su machismo nacionalista.

P. Usted está describiendo a un hombre de convicciones y no un realista. ¿Cómo se puede esperar que tenga en cuenta lo que usted denominaba antes la hora de la "realidad"?

R. De hecho, está obsesionado con esta ideología que aquí llamamos "revisionista", en la que su padre le ha educado. Una ideología según la cual los judíos están solos, el mundo entero está contra ellos, y tienen que separarse de él y desafiarlo. De un modo u otro, se verá obligado a adaptarse.

P. Según usted, ¿desean sus vecinos la paz?

R. Sin ninguna duda. La necesitan, al igual que nosotros. Pero, la evolución del mundo no depende de ellos.

P. Pero ¿alguien como Netanyahu puede comprender esto?

R. Francamente, no lo creo. Pero estoy convencido de que la realidad podrá más que él, porque no hay otra solución, ni para él ni para nosotros. La sociedad israelí está muy, muy lastimada. Pero tras un corto periodo de perplejidad, quiero expresarle mi convicción total y absoluta de que la paz está herida, no está muerta. Estoy firmemente convencido.

P. Rehacer la imagen de Israel va a ser difícil. Tras estar en lo más alto, esta imagen se ha venido abajo. Además, Netanhayu ha puesto en graves dificultades a todos los Gobiernos árabes que mantenían relaciones cordiales con Israel.

R. Creo que provisionalmente hemos privado al mundo de uno de los milagros de este fin de siglo: el de la paz israelo-árabe e israelo-palestina. Creo que los estadounidenses están resentidos con nosotros por ridiculizar las ceremonias de apretones de manos en la Casa Blanca, y que esto hace el juego a la rivalidad entre republicanos y demócratas. El lado espectacular del milagro se ha agotado.

P. El Congreso estadounidense se ha aclamado puesto en pie Netanyahu. Este recibimieento apoteósico explica, entre otras razones, que los árabes se hayan negado a apoyar a Clinton durante los ataques, algo desordenados por cierto, de EE UU a Irak. Hemos llegado al resultado siguiente: Clinton ha reconciliado a los árabes no hace mucho desunidos, y Netanyahu ha reconciliado a los islamistas con los árabes...

R. No hay un solo jefe de Gobierno israelí que no haya sido aclamado en el Congreso norteamericano con todo el mundo puesto en Pie. A mí mismo me lo han hecho en 17 ocasiones.

P. En Europa, algunos se han preguntado si se debía recurrir presión financiera.

R. Sería un grave error. No creo en los efectos benéficos de una sanción financiera. Despierta el sentimiento nacional.

P. Usted tiene la costumbre de no rehuir ninguna cuestión. Tras la matanza de Hebrón de febrero de 1995, al igual que, y sobre todo tras el asesinato de Rabin, tenía a su lado a toda la opinión mundial e israelí para haber evacuado a colonos de Hebrón. ¿Lamenta no haberlo hecho?

R. Dejemos de lado el momento que ha seguido a las matanzas de Hebrón...

P. ... Creo entender que entonces usted quería evacuar a colonos y que Rabin se negó...

R. Sólo quiero hablar de lo que ha ocurrido tras el asesinato de Rabin. En ese momento mandé evacuar siete ciudades importantes y varios cientos de pueblos de Cisjordania, y gracias a ello, los palestinos tienen un territorio, una Administración y una autonomía. Esto es obra mía. Luego han tenido lugar los atentados de Hamas. Ahora bien, ¿sabe usted de qué se componía la mayoría de la población de Hebrón? ¡El 90% de estos hábitantes estaban bajo el control de Hamás! Ahora puedo revelárselo: el propio Arafat estaba de acuerdo con que los israelíes no entregasen Hebrón a los islamistas. ¿Por qué? Simplemente porque en ese momento la Autoridad Palestina no contaba con una policía organizada y eficaz.

P. ¿No es irresponsable creer que un centenar de colonos de persos aquí y allá y rodeados de una masa hostil no están expuestos a un grave incidente?

R. Dejemos de preguntarnos quién es el responsable de la presencia de los colonos. Están ahí. Pensemos en qué es lo que vamos a hacer con ellos.

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