La clave, en Majadahonda

La dudas sobre el origen del mal son cada vez menores en el Centro Nacional de Microbiología. "Tenemos un alto porcentaje de posibilidades de que estemos ante un brote de legionella"-, dijo ayer el director del citado centro, Carlos Domingo, aún a la espera de obtener resultados en muestras de tejidos de los pacientes. Este organismo, ubicado en Majadahonda, concentra desde mediados de septiembre pasado todos los análisis orientados a buscar un diagnóstico que explique la epidemia de neumonías registrada en Alcalá de Henares.

La primera búsqueda, orientada a encontrar todo tipo de agentes infecciosos, tanto víricos como bacterianos, se realizó con sueros de pacientes infectados. En estas muestras es posible aislar los anticuerpos específicos que desarrolla el cuerpo para combatir a los microorganismos patógenos. Y según explicó Domingo, en esta etapa "se encontró un determinado número no alto, pero tampoco bajo, de anticuerpos sospechosos de legionella tipo 1".

En un paciente concreto se compararon dos muestras de suero: una resultó negativa y otra positiva. "Lo que es indicativo de que había estado en contacto con la infección. Lo que a partir de aquí necesitábamos eran pruebas de aislamiento de la legionella", indicó Domingo. Las dificultades comienzan precisamente aquí. La legionella tiene más de 35 especies, cada una de las cuales puede subdividirse en 45 o más subespecies. Dentro de ellas hay subtipos, explica el microbiólogo.

Con estas perspectivas se están realizando análisis en más de 50 muestras de tejidos (esputos y secreciones bronco-pulmonares) tanto de pacientes fallecidos como de vivos, para intentar aislar la legionella y confirmar la hipótesis. "Se trata de una hipótesis, con bastantes posibilidades, pero una hipótesis", recalcó Domingo.