_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

¿Despúes de Anchuras, qué?

EL GOBIERNO del PP ha mantenido su compromiso electoral sobre Anchuras. No se construirá en esa localidad manchega, colindante con el parque nacional de Cabañeros y de características medioambientales parecidas, el polígono para prácticas de tiro que viene reclamando desde hace años el Ejército del Aire. La palabra del presidente del Gobierno -"No lo va haber ahora y no lo iba a haber antes", ha dicho respecto del campo de tiro- ha zanjado la divergencia surgida entre Defensa y Medio Ambiente.La decisión que ha tomado Aznar es la apropiada. Y no sólo y principalmente porque corresponde a un compromiso contraído anteriormente por su partido en un asunto que le venía al pelo para impulsar el tipo de oposición de desgaste que practicaba contra el Gobierno del PSOE. También porque el proyecto de instalación de un polígono de tiro en Anchuras se había convertido en un asunto envenenado.

Desde sus inicios, dicho proyecto fue mal gestionado por el entonces ministro de Defensa, Narcís Serra. Faltó tacto en las relaciones con los vecinos y afectados, a los que incluso se les negó cualquier explicación sobre las razones que había para expropiar sus tierras. El rizo de esa actitud prepotente en un asunto que necesitaba ante todo habilidad y esfuerzo explicativo fue la negativa del Gobierno a entregar al Tribunal Supremo, que debía resolver el contencioso interpuesto por los vecinos afectados, el expediente oficial sobre la expropiación de sus terrenos. El secreto oficial sirvió en esta ocasión para dejar indefensos a unos ciudadanos legitimados para constrastar ante un tribunal de justicia la legalidad del acto ejercido sobre ellos.

El "no" de Aznar evita a su Gobierno enzarzarse en un conflicto mal planteado y peor encarrilado, así como enfrentarse a un municipio regido por el PP a causa, en buena medida, de la oposición mantenida por este partido a la instalación del polígono de tiro en la localidad. Desconocer esta realidad es lo que probablemente llevó al ministro de Defensa, Eduardo Serra, a dar por hecho que el polígono de tiro se construiría en Anchuras. También erró en dar por supuesto que un Gobierno que ha echado por la borda el grueso de sus promesas electorales no tendría inconveniente en incumplir una más. Demasiadas suposiciones erróneas que apuntan a un cierto aislamiento del titular de Defensa en el seno de la mayoría gobernante. No ha sido el caso de la titular de Medio Ambiente, Isabel Tocino, más al tanto de los entresijos del partido gobernante y que se ha apresurado a festejar in situ lo que ha presentado, no sin retórica, como una victoria de "los intereses superiores vinculados a la protección del medio ambiente".

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Pero al presidente del Gobierno le queda ahora lo más difícil: tomar una decisión sobre el polígono de tiro que el Ejército del Aire considera necesario para mantenerse operativo. No estaría de más que el Gobierno se pronunciara en primer lugar sobre esa necesidad. A lo mejor resulta que no considera necesario ese nuevo campo de tiro y cierra de una vez esta polémica que lleva camino de eternizarse. Porque si no fuera así, no va a ser fácil encontrar una zona lo bastante desertizada como para instalarlo.

Pero sea cual sea la vía que Aznar y su Gobierno elijan para resolver esta cuestión, sería deseable que no cometieran los mismos errores de sus antecesores socialistas a cuenta del ya definitivamente descartado polígono de Anchuras.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_