El portaestandarte Marcio Quinto
"Las inscripciones halladas son fundamentalmente textos de los siglos I, II y III y sobre todo funerarios, pero tenemos cosas extraordinarias, como poemas o una dedicatoria del cónsul Delabela, legado de Augusto y gobernador de Dalmatia...", explica Mare Mayer. Nos muestra una de ellas. La inscripción, en un bloque de piedra reutilizado para el muro de una casa de Vid, es sumaria y está fragmentada; apenas consta de medio centenar de letras.Pero no importa, ahí está un término que hace volar la imaginación: "signifer". Se trata de la inscripción funeraria de un portaestandarte de las legiones.
El epigrafista Marc Mayer lee, reconstruyendo las letras ausentes o borrosas: "Marcio Quinto, itálico, murió tras un mínimo de 10 años de servicio".
El signifer era un principalis, un suboficial legionario encargado de llevar el estandarte (signa) de una centuria; ejercía también como tesorero de su unidad y tenía derecho a la doble paga (duplicarius). Vestía como un legionario, pero sobre el casco -a veces un bello yelmo de parada, con rostro esculpido- llevaba una piel de oso o de lobo.
El estandarte era una especie de lanza con diversos ornamentos y objetos venerados; uno de ellos, característico, era una mano. Podemos deducir que Marcio Quinto fue un buen soldado, pues parece haber recibido la missio honesta, la licencia al cabo de su servicio. Quizá obtuvo recompensas como la corona muralis por ser el primero en escalar una defensa enemiga, o luciría phalerae, medallas, en su coraza. Es posible que aspirase a ser aquilifer, la élite de los signifer, el que llevaba el águila símbolo de toda una legión.
Como su lápida funeraria está rota no sabemos a qué unidad perteneció. ¿Por qué no imaginarle un servicio emocionante en algún fortín en la frontera norte de Britania, en Carvoran, por ejemplo, con la II cohorte Delmatarum Equitata?
Babelia
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