Fuegos artificiales

Como lector habitual de EL PAÍS desde su aparición, vengo siguiendo con atención los '"fuegos artificiales" que se están montando acerca del pretendido crimen arqueológico de la plaza de Oriente, y es curioso que prácticamente todos los comentarios, reprobaciones, ataques o cartas publicados provengan de sectores de la izquierda, lo cual les confiere un cierto tufillo de ataque al alcalde de Madrid y su equipo de Gobierno más bien que a sincero interés arqueológico.Naturalmente que el Madrid actual se construyó sobre las ruinas y restos de edificaciones anteriores, y que, si no llega a ser por las actuales obras, hubieran quedado sepultadas para siempre, sin que por sí mismas merecieran ser excavadas y expuestas, ya que en arqueología el siglo XVIII o el XVII son poco más que anteayer.Al arqueólogo señor Retuerce le hubiese gustado encontrar algo importante, por ejemplo del siglo XVIII antes de Cristo, pero, al no ser así, lógicamente trata de realzar la importancia de lo que ha encontrado. Pero no la tiene.

Y ahora leemos que se habla de parar las obras, pedir responsabilidades, dimisión del alcalde, etcétera, o sea, ponerle en apuros, y yo me pienso: qué lástima que todas estas personas que parecen tan interesadas en conservar los vestigios del pasado no se coligan para evitar la destrucción de tantos restos realmente importantes, ruinas romanas, catedrales góticas, capillas románicas, etcétera, que no hace falta excavar ni sacar a la luz, y que se están cayendo solas-