Los libreros britanicos ayudan a los estudiantes con comida y regalos
Los recortes presupuestarios aplicados por el Gobierno británico a las becas percibidas por los estudiantes de universidad empiezan anotarse en su vida cotidiana. La compra de libros para preparar las distintas asignaturas está decreciendo de tal modo que las grandes cadenas de librerías han puesto en marcha una ofensiva comercial para atraerles de nuevo. Dos de las más conocidas, Dillons y Blackwells, han gastado cerca de 20 millones de pesetas en ofrecerles otros incentivos que superen su tradicional gama de títulos.Dillons les regala una cartera reforzada con bolígrafos y posavasos. Sus competidores de Blackwelles han optado por algo más doméstico. Han puesto a su disposición 30.000 latas de habichuelas cocidas en salsa de tomate. Dicho plato es uno de los más tradicionales de la dieta británica. La campaña incluye también descuentos. Ambos libreros esperan demostrar así que comprenden los apuros económicos pasados por sus principales clientes.
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