Pregunta

En el número de septiembre de la revista Historia 16, en su habitual sección 'Enseñar historia', está dedicada a mostrar, bajo el epígrafe El Tercer Mundo visto por los escolares: ideas y prejuicios, algunas de las conclusiones de una muestra realizada con alumnos de primero de BUP de dos institutos de Valencia. Éstas no pueden resultar más estremecedoras. Algo más del 95% de los alumnos considera que "las gentes del Tercer Mundo permanecen en unas condiciones similares a las que tuvieron los europeos en el Neolítico, la Edad Media o la etapa previa a la Revolución Industrial".¿A qué se debe tal situación, según nuestros alumnos, naturalmente educados en "valores democráticos"? Sus respuestas son contundentes: "A la diferente capacidad de los pueblos para evolucionar". La muestra añade: "... creen que existen culturas superiores e inferiores". ¿El origen?: "la descolonización... quedaron abandonados a su suerte". Por no hablar sobre sus ideas respecto a las di-

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ferencias biológicas entre ellos y nosotros. ¿Soluciones que proponen nuestros probos estudiantes para mejorar las condiciones de vida de estos neolíticos del Tercer Mundo? Pues nada, en el informe se dice: "Muchos alumnos llegan a propugnar como la mejor solución para el Tercer Mundo que se ejerza sobre estos países un colonialismo cultural e incluso un dominio territorial para modificar tal situación". Por último, y como corolario lógico de sus brillantes ideas, sólo un 25% acepta la entrada de inmigrantes en España.

Uno, si no fuera por los índices de lectura que tenemos, podría pensar que lo que sucede con estos chavales se debe, sin duda, a una devota lectura del poema de Kipling La carga del hombre blanco. Sin embargo, lo espeluznante, ¡sorpréndanse!, es que al inicio del informe que nos ocupa se señala que "los alumnos de primero de BUP y tercero de Magisterio comparten las mismas teorías explicativas sobre el tema" (!). Es decir, los alumnos de tercero de Magisterio que ese año se diploman y que, por tanto, a partir del curso siguiente pueden ser maestros de EGB o primaria tienen semejantes planteamientos, cuando menos, ignorantes y potencialmente xenófobos.

Indudablemente, parece conveniente no generalizar, pero ¿estamos seguros de la incidencia que tiene en los alumnos (especialmente incluidos, por lo dicho, los universitarios), la retórica sobre la integración social de los inmigrantes, el nacionalismo excluyente, la identidad del otro, etcétera?-

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