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Viaje al mundo de Warhol en 75 estaciones

La Fundacíón Miró de Barcelona presenta una retrospectiva del rey del 'pop-art'

Andy Warhol no es el padre del pop-art. De hecho, podría decirse que es uno más de los muchos artistas que se sumaron a este movimiento -cuyo nacimiento se sitúa académicamente en Reino Unido en 1956- en los sesenta. Pero si el pop tiene un rey, ése es Warhol. Este hijo de emigrantes checos, del que casi todo el mundo parece saberlo todo, consiguió que, tras pasar por sus manos, nadie pudiera mirar una lata de sopa Campbell's en el supermercado sin pensar. que era la imitación de uno de sus cuadros. La Fundación Miró de Barcelona inauguró ayer una exposición retrospectiva que, hasta el 1 de diciembre, plantea un viaje al: mundo de Andy Warhol en 75 estaciones, tantas como piezas se exhiben del artista.

La exposición, organizada por la Fundación Miró con el patrocinio del Banco Bilbao Vizcaya y el asesoramiento técnico de Martin Schwander, director, del Museo de Lucerna, consta de 75 obras realizadas entre 1961 y 1986. Está organizada cronológicamente y, a grandes rasgos, ejemplifica los diversos temas y estilos que cultivó el artista. Según Rosa Maria Malet, comisaria de la exposición, "se trata de, la más completa de Warhol que se ha realizado en España".Se limita, eso sí, al campo de la pintura, aunque hay algunas referencias al cine y otros aspectos de sus actividades, y se ha organizado a partir de obras de colecciones públicas o privadas europeas, con algunas -Pocasexcepciones estadounidenses.Tampoco hay ejemplos de los trabajos anteriores de Warhol como publicista o artista gráfico. De hecho, Andrew Warhola -su verdadero nombre-, nacido en Pittsburgh, en 1926, y fallecido en Nueva York, en 1987, era ya una personalidad famosa en estos campos antes de optar por dedicarse al "arte arte" en lugar del "arte comercial".

Dos autorretratos, uno de 1964 y otro de 1978, abren la exposición, y las versiones que hizo él Mismo de su imagen salpican todo el recorrido. De la primera época, cuando todavía pintaba a mano, destaca la pieza Before and after 3, de 1962, en la que amplía un típico anuncio publicitario de cirugía estética de nariz. La exposición sigue con una sala dedicada a retratos de famosos en los que ya utiliza su típica técnica de serigrafía sobre pintura acrílica, lo que le permitía realizar muchas copias y ayudarse de sus colaboradores. El recorrido continúa con la serie Desastres, que comienzaxon la pintura Tunafish. disaster, de 1963, en la que reproduce de forma seriada Iatas- de atún junto a las caras sonrientes de personas que murieron debido a una intoxicación de este producto.

Fotografías de sus actividades en la Factory y dos pinturas de la serie Flowers dan paso a una instalación que reproduce la que realizó en 1966 en la galería Leo Castelli de Nueva York. Una sala está totalmente empapelada con dibujos de cabezas de vaca sobre un fondo amarillo chillón, y otra llena de cojines plateados que flotan en el aire. Un enorme retrato de Mao y otras piezas relacionadas con personajes o símbolos del poder económico o político preceden a otra de las pinturas emblemáticas de la muestra: Oxidation painting, de 1978, una irónica crítica al expresionismo abstracto realizada a partir de una gran tela recubierta de pintura de cobre oxidado merced al ácido úrico de la orina que los visitantes de la Factory derramaban sobre la tela. Las famosas cajas esculturas que reproducían en madera los embalajes del jabón Brillo o la salsa de tomate Henz comparten espacio con las últimas obras de la exposición, que se cierra, cómo no, con uno de sus últimos autorretratos.

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