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Tan enana que desapareció

Las Rozas reclama los terrenos de un proyecto fracasado de miniciudad

Vicente G. Olaya

Minimadrid era ayer mininada. Este proyecto que consistía en reproducir en unos terrenos de Las Rozas (45.900 habitantes) los principales monumentos de Madrid con fines educativos, y que fue inaugurado cuatro veces en los últimos cinco años, era ayer sólo una caseta rota, 15 mástiles sin banderas y un cartel anunciador. Los 7.000 millones de pesetas que se prometieron para construir, entre otros edificios y monumentos, un Pirulí de 18 metros de altura y una Cibeles de 10, nunca llegaron. Lo único que por el momento han aparecido son las intenciones del Ayuntamiento de recuperar los terrenos.En noviembre de 1991, el niño David Saco, de 13 años entonces, fue elegido entre otros candidatos para ser el primer alcalde de la reducida población. La ciudad que iba a regir tendría 180.000 metros cuadrados de extensión, contaría con una reproducción de los principales monumentos de Madrid: la estatua del oso y el madroño, la puerta de Alcalá, la Cibeles, la Biblioteca Nacional y el Museo del Prado, entre otros. En el miniPrado, según los promotores de la idea, los niños podrían contemplar las pinturas mediante la reproducción de cuadros vivientes. En el Pirulí se montaría un moderno centro de datos y control informatizado, un plató de televisión y un estudio de radio.

Los promotores aseguraron que los chavales que visitasen las instalaciones podrían pagar con una moneda propia del lugar: las mínimas. Sin embargo, nada de esto se ha cumplido. Minimadrid era ayer un descampado en el que sobresalía una caseta destartalada, un conjunto de mástiles y un cartel anunciador de las obras. Dos grandes hoyos en el suelo y cientos de metros de tubo de plástico indicaban que los trabajos de canalización de la luz no habían llegado a buen puerto. Algunos árboles secos a la entrada de la parcela, una silla vieja y un banderín raído completaban el paisaje de Minimadrid.El alcalde de Las Rozas, Bonifacio de Santiago, del PP, quiere recuperar ahora los terrenos. El regidor argumenta que la parcela fue comprada por Minimadrid, SA, a un particular como terreno rústico. La empresa, a su vez, se los cedió al Ayuntamiento, que de nuevo se los volvió a ceder a Minimadrid con la condición de que levantase el parque. Si en el plazo, de un año, según De Santiago, no habían comenzado las obras, la parcela pasaría a manos municipales.. "Además, hubo otros incumplimientos", explica el regidor. "No tenía permiso de Medio Ambiente y había que corregir una serie de deficiencias administrativas. Nada de eso fue corregido. El pleno, el pasado día 11, votó por mayoría recuperar los terrenos".

Este periódico no ha podido conocer la versión de los responsables de Minimadrid, a pesar de, habérselo requerido.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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