Yeltsin, en tratamiento para disminuir los riesgos de la intervención

La hospitalización del presidente ruso, Boris Yeltsin, confirmada ayer por su portavoz, indica que el presidente seguramente necesita de un tratamiento para disminuir los riesgos de la operación al corazón a que debe someterse a finales de este mes.El problema puede ser que las contracciones del músculo vital de Yeltsin sean demasiado débiles, lo que aumentaría el peligro del bypass o puente cardiaco que se le hará. Además, puede tener problemas en los riñones o con la presión cardiaca, que habría que corregir antes de operarle.

Serguéi Yastrzhembski, secretario de prensa del presidente ruso, minimizó ayer el hecho de que Yeltsin hubiera sido internado en el Hospital Clínico Central de Moscú, y aseguró que ello no se debe a razones de fuerza mayor, sino a que, simplemente, se está siguiendo con el programa trazado anteriormente por los médicos.

El problema, sin embargo, es que aunque se sabe que se le hará un bypass, no se ha dicho de qué tipo será y, según los especialistas, los puentes cardiacos difieren mucho entre sí por el grado de peligro que pueden suponer para la vida del enfermo.

El viernes, el mismo día en que Yeltsin fue hospitalizado, Leo Bokeriya, director de una de las principales clínicas cardiacas rusas, ya había adelantado que el presidente podría necesitar tratamiento preoperatorio para disminuir los riesgos de la intervención quirúrgica, que será realizada por un equipo de especialistas rusos y extranjeros.

Mientras más débiles son las contracciones del corazón paciente, más tratamiento preoperatorio es necesario y mayor el peligro de la intervención, explicó Bokeriya. Además, según otros cardiólogos, hay un sinfin de cosas que pueden necesitar ser corregidas antes de una operación de bypass.

Yeltsin abandonó el jueves su residencia de Rus, en los alrededores de la capital, donde se encontraba pasando sus vacaciones, y viajó a Moscú a visitar a esposa Naína, que el 24 de agosto se operó de un riñón en el mismo Hospital Clínico Central. Al día siguiente, en lugar de regresar a Rus, Yeltsin fue internado después de conversar por teléfono con el canciller alemán, Helmut Kohl, y de aceptar que en la próxima operación participen médicos germanos. Los cardiólogos propuestos por Kohl a Yeltsin son Axel Haverich, director de una clínica especializada en operaciones al corazón en el Colegio Médico Técnico de Hanover, y Thorsten Wahlers, de misma clínica.