"La secesión es un acto de fuerza"
"La secesión no se hace apelando a ningún derecho, por que la Constitución no la acepta. Es un acto de fuerza dijo ayer en Boretto Umberto Bossi. Previamente, el único dirigente que llega a sus mítines independentistas fuertemente protegido por la policía del Estado al que desafía, dijo que busca "una secesión que sea lo menos violenta posible". Las frases ilustran un ambigüedad característica de este político intuitivo, que suele definirse gandhiano y que ha insistido en que la separación de Roma será, e cualquier caso, negociada.Por lo demás, y al margen de los ataques a la prensa, en el día de ayer Bossi dijo pocas cosas nuevas. En sus discursos, erráticos e improvisados reitera ideas que ya son archi sabidas. Los "políticos indignos" de la "Italia dual" de la posguerra quitaron "el pan de la boca" a las gentes productivas del norte "para alimenta el circuito del asistencialismo" del sur subdesarrollado "Habéis trabajado como ale manes y os han pagado como a indochinos", dijo, prometiendo "la liberación".
Ese dinero del norte podría haberse utilizado para el desarrollo del sur, pero "la canalla política lo robó" y en deudó al país para genera más subvenciones. "Es sabido que el problema de una deuda pública espantosa sólo se puede resolver con una dictadura. Lo hizo Mussolini", prosigue el razonamiento de Bossi que sólo admite una conclusión: la Padania se va de Italia, y Roma no puede impedirlo porque la misma lógica económica de la integración europea implica esa ruptura.
"Roma sabe que no puede seguir exprimiendo al norte ni reprimir el secesionismo con tropas. Lo único que puede hacer es utilizar a la prensa del régimen para embrollar la gente y dificultar algo la cosas", afirmó Bossi.
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