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GEOFÍSICA: PLACAS TECTÓNICAS

Un modelo de la Tierra explica el misterio de la corteza terrestre

Un modelo en tres dimensiones del interior de la Tierra, anunciado hace unos meses y ahora perfeccionado por sus autores, está atrayendo la atención del mundo geofísico. El modelo se basa sobre una hipótesis muy simple y se ha elaborado con la ayuda de muchas horas de supercomputador. Explicaría la existencia de las placas tectónicas, las grandes piezas que, ensambladas como un rompecabezas, forman la corteza de la Tierra. Según las teorías básicas del calentamiento de fluidos y la convección, la superficie de la Tierra se debería haber fragmentado en muchos, pequeños trozos, mientras que en la realidad existe un número muy limitado de enormes placas flotando sobre el magma.Científicos de la universidad de California en Berkeley se basan para explicar la realidad en que la viscosidad de la roca caliente en el interior de la Tierra aumenta en un factor de 30 desde la superficie al centro y. que lo hace muy rápidamente. Con esta asunción, los modelos se aproximan mucho a lo que se observa en la superficie, y no sólo el tamaño de las placas sino también su geometría e incluso la estabilidad de los llamados puntos calientes situados bajo zonas como las islas Hawai.

Según este modelo, el transporte hacia arriba de rocas calientes desde la zona inferior del manto y el transporte hacia abajo de rocas más frías desde cerca de la superficie crean un flujo cíclico o célula de convección con dimensiones cercanas a las de las placas tectónicas y mucho mayores que las predichas por la física, que las relaciona con la profundidad del fluido. El manto, formado por rocas a altas temperaturas y presiones, se encuentra debajo de la corteza terrestre o litosfera y alcanza casi 3.000 kilómetros de profundidad, mientras que la placa del Pacífico, por ejemplo, llega a tener 13.000 kilómetros de anchura. Se suponen que son las células las que dimensionan las placas al provocar su movimiento.

"Este es un descubrimiento fundamental de dinámica de fluidos que nos acerca a resolver un gran problema de geodinámica", afirma Mark Richards, uno de los investigadores.

Richards y el estudiante de doctorado Hans-Peter Bunge describirán su modelo en un próximo número de Geophysical Research Letters, informa un portavoz de la universidad. Un modelo anterior, menos elaborado, fue publicado en la revista Nature el 8 de febrero de este año.

"Hasta ahora, la explicación ha sido que las placas son lo suficientemente rígidas como para ser una especie de balsas que sólo se hunden en determinados lugares", señala Richards. "Hemos dado la vuelta a este argumento, porque si se trata de hacer un modelo sobre esta base, no funciona".

Lo que Richards y Bunge hicieron fue simplificar el modeló del interior de la Tierra para incluir un solo efecto físico importante, que la viscosidad del manto aumenta con la profundidad. Este efecto se ha deducido de estudios sísmicos recientes y muchos geofísicos siguen siendo escépticos. Otros, sin embargo, según estos científicos, señalan que la viscosidad podría incrementarse hasta 100 veces.

Richards y Bunge asumieron la cifra más conservadora de 30, y que se alcanza este aumento de viscosidad a una profundidad de sólo 660 kilómetros. Para ello se basaron en reflexiones sísmicas y en la forma del campo gravitatorio terrestre.

En su modelo perfeccionado, que tenía algunas pegas importantes, Richards y Bunge alegan que estas pegas desaparecen sin se combina el modelo anterior del manto con una litosfera ligeramente pegajosa. El resultado es muy parecido a la realidad.

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