Vaticano admite que el Papa padece una "infección intestinal" de origen desconocido
, GyorKarol Wojtyla "sigue siendo un hombre básicamente sano, pero debilitado" por las operaciones sufridas y el uso de antibióticos, aunque tal circunstancia no implica "ninguna dificultad para que el Papa mantenga su programa de, viajes", con cuatro salidas al extranjero en 1997. Tras resumir en estos términos el estado del Pontífice, que anoche concluyó una visita a Hungría durante la que ha dado claras muestras de cansancio, Joaquín Navarro Valls, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, admitió que aún se desconoce el origen de la "infección intestinal" que padece el Papa.
"Los problemas de agosto están superados", añadió el portavoz. "Tuvo una pequeña, infección de tipo digestivo que le provocó tres décimas de fiebre y se curó con antibióticos de amplio espectro durante cinco días. Estos antibióticos, como es sabido, le dejan a este Papa muy débil. También se le hizo una resonancia magnética para confirmar el cuadro clínico anterior, y dio como resultado que el episodio infeccioso no tenía relación con el tumor que le fue extirpado al Papa hace cuatro años".El capítulo clínico de esta infección intestinal no ha quedado, sin embargo, totalmente cerrado, según Navarro, ya que "la pregunta es, ¿por qué se produJo? ¿Es o no la misma infección que el Papa tuvo el pasado mes de abril? Probablemente sí", se respondió, tras afirmar que la afección pontificia de enero fue más bien de tipo gripal-'7. Y el portavoz, que es médico titulado, formula la hipótesis "totalmente personal y referida al caso general más que al concreto del Papa", de que la infección recurrente pueda tener su origen en alguna debilidad estructural provocada por una operación de abdomen como la que Wojtyla sufrió en 1981, tras el atentado.
Afirmaciones y negaciones
En ese contexto, Navarro Valls advirtió que las infecciones del Papa siguen en estudio, no excluyó que puedan repetirse y opinó que aún se le podrían practicar otras pruebas como una laparoscopia, que consiste Un obispo ayuda al en introducir una pequeña sonda en el intestino. Sí negó en cambio, el portavoz que se hayan programado nuevos exámenes o análisis del Pontífice para antes del ajetreado viaje que iniciará a Francia el próximo 19 de septiembre.
"El programa de Francia no será modificado", aseguró. "No vemos. ninguna dificultad para que mantenga sus viajes". Juan Pablo II tiene ya programado desplazarse a Río de Janeiro, Polonia, Praga y París durante 1997. Está, además, empeñado en visitar Sarajevo y Beirut, según Navarro.
"El problema es cómo conjugar un organismo fundamentalmente sano, pero debilitado, con unos planes de trabajo que él mismo quiere muy exigentes. Por lo que le veo cada día, yo podría decir que el Papa está muy bien, pero es claro que estos viajes son cansados porque imponen cambios de clima, de horarios, de cama o de alimentación", afirmó el portavoz.
"Yo no voy a desmentir opiniones subjetivas", dijo también, "sobre si el Papa está o no cansado. Me parece inútil. Pero sí desmiento afirmaciones de hecho como que el Papa diera a leer a otra persona su homilía del viernes, en la abadía de Pannolhalma, porque le costara hacerlo personalmente. El Papa ha dado con frecuencia a leer sus discursos cuando debía pronunciarlos en lenguas que no habla bien, como es el húngaro. Lo hizo ya durante su primer viaje a Hungría, en 199 1, en Corea, en Japón o en Eslovenia el pasado año".
Mal aspecto
El portavoz vaticano relativizó las apreciaciones de los periodistas, generalmente impresionados por el mal aspecto que Juan Pablo II presentó al final de la primera jornada de este viaje. "Luego, estuvo bromeando, del mismo modo que ha bromeado al final de la misa. Todo es relativo", dijo Navarro.
La misa celebrada ante unas 100.000 personas -dos tercios de la afluencia prevista- fue el acto central del último día de esta segunda visita del Papa Wojtyla a Hungría. La jornada tuvo un enfoque fundamentalmente pastoral, centrado en los problemas de una Iglesia en crisis -el porcentaje de practicantes es de sólo el 15%- y sumida en el difícil cuadro económico y social -10% de pobres, 12% de parados- del poscomunismo.
"Hay que conjugar constantemente desarrollo económico y solidaridad social, libertad y espíritu de servicio, derechos individuales y bien coinún", dijo el Papa, que proclamó: "En Cristo, y no en la mentalidad utilitaria y materialista del mundo contemporáneo, está la salvación de la humanidad. Ningún otro evangelio contiene la esperanza de un futuro digno del hombre".
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