Un desafío al presente
No tiene cuadros, ni fotografías o esculturas, ni tampoco ningún objeto específico de valor cultural preestablecido. Sólo tiene ordenadores, más, de un centenar de equipos, multitud de pantallas y sistemas interactivos de realidad virtual. No se trata de unos grandes almacenes de informática, ni tampoco de una sala de videojuegos. Es un museo. El primer museo cibernético de Europa plenamente concebido para nuestra era digital y telemática.Equipado con las tecnologías punteras de la comunicación que, por si fuera poco, serán actualizadas anualmente, el contenido del museo no es ni meramente tecnológico, ni científico ni tampoco artístico. Está concebido para englobar precisamente todas estas categorías bajo el lema de la interdisciplinaridad y de la interactividad.
Más que un museo en el sentido tradicional de la palabra, más que un lugar de conservación de los valores culturales preestablecidos, es un espacio público de experimentación, investigación e incluso producción. Es como un puerto marino del cual se puede partir para navegar en un mar de datos, compuesto de infinidad de imágenes, sonidos y textos que conforman este nuevo mundo virtual de las redes informáticas.
En el Ars Electronica Center (AEC), el visitante no es espectador sino usuario activo, invitado a experimentar y percibir, de primera mano, la. gran transformación cultural de nuestra era cibernética. Según los fundadores, el museo ofrece la posibilidad de que el individuo se convierta en un creador y cooperador en la concepción de nuestra nueva aldea global. Lo que se conserva y se fomenta en este museo del proceso no es un objeto o una obra materializada, sino es precisamente una nueva experiencia individual y colectiva, en el viaje de descubrimiento de los nuevos valores efímeros e inmateriales, sobre los que se constituye la sociedad del presente y del futuro.
El AEC, aparte de disponer de una incalculable colección de más de 17 años de manifestaciones culturales cibernéticas de todo el mundo, es un museo en el que no se concibe el presente considerado desde el pasado. El reto del museo es abrir las puertas del futuro para dasafiar el presente.
Babelia
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