Los planes de fragmentacíon de la BBC despiertan el temor de la privatización

Los vertiginosos cambios tecnológicos que se están operando en el mundo de las comunicaciones no cogerán desprevenida a la BBC -la radiotelevisión pública británica-. El director del ente, John Birt, se ha propuesto transformar completamente el funcionamiento interno de la corporación, desgajando para ello alguna de las piezas departamentales que la integran. Una de las últimas iniciativas de Birt, que ha desatado una fuerte polémica en el Reino Unido, es la propuesta de convertir al departamento de Recursos - que se ocupa de los estudios de grabación y edición y de buena parte de la logística que requiere la elaboración de programas- en una empresa independiente, propiedad de la BBC.

La noticia, difundida la pasada semana por el. diario londinense Independent, ha provocado una ágria polémica entre parlamentarios y sindicalistas, que temen pueda encubrir un proceso rodado hacia la privatización del ente, y el propio director general, Birt, quien desde una de las emisoras de la corporación desmintió vehementemente este extremo, asegurando que todo lo que pretende es hacer más operativa y competitiva a la BBC de cara al futuro.Si la propuesta defendida por Birt triunfa, el departamento. de Recursos, donde trabajan unas 9.000 personas (la BBC cuenta con más de 20.000 empleados), quedará convertido en una especie de mini-empresa subsidiaria, dedicada a aportar apoyo técnico no sólo a la BBC, sino a otras televisiones, a las que cobraría las oportunas tarifas. De hecho, el departamento funciona ya con este criterio cobrando por sus servicios a otros. departamentos de la Corporación y atendiendo en menor medida las necesidades de productores independientes. De ahí a su privatización hay un mínimo paso, temen los trabajadores de la corporación. "Para nosotros está claro que se trata de un primer paso para la total venta del departamento, a lo que nos opondremos con todas nuestras fuerzas", declaraba, en respuesta a las buenas palabras de Birt, Gerry Morrisey en nombre de la organización que representa a los 9.000 empleados de Recursos

Sólo programación

Lo cierto es que las declaraciones del propio Birt, en el sentido de que sólo desea. ocuparse del software (o sea, de la programación -lo más selecta posible-) y no del hardware (la estructura administrativa, técnica y de producción), hasta convertirlo en una especie de "corporación virtual", han afimentado el fuego de la polémica en la prestigiosa BBC.La inquietud por los gastos que representará el paso a la televisión digital y las dificultades de competir con una cada vez más agresiva televisión privada -hasta la Reina acaba de privar a la BBC del derecho exclusivo de retransmitir su anual mensaje de Navidades- han convencido a varios de los altos responsables de la BBC de la necesidad de aplicar las técni-cas más duras de la empresa privada y buscar como sea rentabilidad y beneficios, despojándose del máximo de lastres.

Recursos, la pieza de mayor tamaño del rompecabezas de la Corporación de la radio y tele visión británica, fue creada hace tan sólo tres años para centralizar numerosas tareas dispersas de la gigantesca compañía. La propia definición de este nuevo departamento representó una reducción de su plantilla que pasó de 12.000 a los actuales 9.000 empleados.

50.000 millones

Tras el reciente anuncio de la Corporación de que BBC Transmisiones será privatizada por un total de 250 millones de libras (unos 50.0.00 millones de pesetas), los sindicatos ven en el proyecto de separación del de partamento de Recursos un claro precedente de lo que puede esperarle al resto del ente. "Los planes que existen para este departamento no son un caso aislado, y tienen una relación clara con la decisión de se parar los departamentos de Producción" de su actual tronco junto a la sección de. encargos, según Gerry Morrisey.La BBC, que se financia con la venta obligatoria a lo s ciudadanos al adquirir un aparato de televisión, de una licencia anual que cuesta unas 17.000 pesetas, está regulada por una legislación específica -Royal Charter-, y sometida al control del Parlamento británico. Los planes del director general deben someterse además a la consideración del consejo de Gobernadores a cuya cabeza figura el presidente de la Corporación, cargo elegido por el Gobierno. La decisión sobre la separación del departamento de Recursos será estudiada el mes próximo.