El Gobierno belga emprende la reforma del sistema judicial para evitar que se repita el 'caso Dutroux'
El primer ministro de Bélgica, Jean-Luc Dehaene, admitió ayer la existencia de errores policiales y judiciales en el paso del pederasta Marc Dutroux. El Ejecutivo alertó sobre la posibilidad de que la policía esté protegiendo a delincuentes y aprobó una reforma del sistema judicial para controlar más la libertad provisional. La policía rastrea, tres casas propiedad de Dutroux en la periferia de Charleroi después de que su esposa confesara que puede haber varios cadáveres enterrados. La Gendarmería anunció anoche la desaparición de dos jóvenes, de 18 y 19 años, en Lieja.
Dehaene admitió que ha habido fallos en los canales de comunicación entre la policía y el poder judicial, lo que ha permitido que Dutroux siguiera actuando. También admitió que el caso ha desvelado la existencia de una guerra entre los distintos cuerpos de policía, especialmente la Gendarmería y la Policía Judicial. De hecho, los defensores de Georges Zico, antiguo gendarme y en la actualidad inspector de la policía judicial, afirman que las acusaciones contra su defendido son una campaña de la Gendarmería. El político flamenco expresó también su temor a que se confirme que la policía ha dado protección a Dutroux.En su primer Consejo de Ministros tras las vacaciones veraniegas, el Gobierno belga aprobó un paquete de medidas para intentar poner orden en la concesión de la libertad provisional a los presos más peligrosos.
La decisión, que hasta ahora depende del ministro de Justicia, deberá obtener el visto bueno del Tribunal de Ejecución de Peñas, cuya creación fue aprobada ayer. En el caso de los delincuentes sexuales, los magistrados recibirán ayuda de centros especializados.
La justicia puso ayer en libertad a uno de los 10 detenidos por el caso Dutroux. Se trata de Pierre Rochow, acusado de colaborar con el pederasta en el robo de vehículos. Otros detenidos por esta misma razón vieron confirmado el auto de prisión. Se trata del inspector Georges Zico, del comerciante Gérard Pinon, y del agente de seguros Thierry De haan. Todos ellos acudieron al juzgado de Neufchâteau protegidos con chalecos antibalas ante el temor de que sean asesinados por cómplices que aún, no han aparecido en el sumario.
También el fiscal del Reino, Michel Bourlet, y el juez instructor, Jean-Marc Connerotte, han recibido protección especial ante el temor de que la mafia atente contra ellos. Viajan en coche blindado y tienen escolta permanente de policías de paisano. La policía belga rastreó ayer tres propiedades de Dutroux. en la periferia de Charleroi, después de que la esposa del pederasta, Michéle Martin, confesara que éste le había comentado que había numerosos cadáveres enterrados en sus casas. La mujer, que hasta ahora había negado su participación en los hechos, confesó también que ella era la encargada de alimentar a las niñas Melissa y Julie -que acabaron muriendo de hambre-, pero que no cumplió las órdenes de su marido mientras éste estaba en la cárcel porque le daba miedo bajar al sótano en el que estaban encerradas las criaturas.
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