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El PSC critica a la Generalitat por no censurar "actitudes racistas" de alcaldes

El Partit dels Socialistes (PSC) acusó ayer a la Generalitat de Cataluña de haber actuado con "pasividad" ante las declaraciones contra los inmigrantes ilegales realizadas por los alcaldes de Roses y Calonge (Girona) ambos de Convergencia i Unió (CiU). Los diputados socialistas Joan Oliart y Josep Maria Sala lamentaron Ias vacaciones" del Gobierno catalán y achacaron su supuesta falta de reacción a la disparidad de criterios existente en la coalición nacionalista. El PSC presentará una interpelación en el Parlamento, regional para forzar una déclaración única del grupo de CiU.Oliart se entrevistó ayer con el Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán), Anton Cañellas, para expresarle su "preocupación" por las manifestaciones "racistas y xenófobas" del alcalde de Roses, Carles Páramo; el de CaIonge, Josep Roselló, y el gobernador civil de Girona, Robert Brell. Los tres coincidieron en señalar a los inmigrantes ilegales como "delincuentes en un porcentaje muy elevado".

El diputado alentó a las organizaciones sociales a emprender acciones judiciales porque considera que "posiblemente se ha infringido el artículo 510 del Código Penal", castigado con penas de prisión de uno a tres años. Iniciativa per Catalunya (IC) pidió el viernes sanciones contra los alcaldes y el gobernador, y una asociación de inmigrantes ha presentado una denuncia de "instigación a la xenofobia" contra el alcalde de Roses. Páramo afirmó ayer estar "muy tranquilo" y dijo que no se sentía aludido por la denuncia.

Club de opinión

Sin embargo, el PSC considera tan negativas las declaraciones mismas de los alcaldes y el gobrnador como la 'falta de reacción" que, a su juicio, han mostrado la Generalitat y el Gobierno del Partido Popular para "cortar de raíz la polémica". Los consejeros Antoni Comás y Xavier Pomés reprendieron a los alcaldes, pero Sala considera que las amonestaciones verbales son insuficientes: "La Generalitat no es un club de opinión y tiene la obligación de actuar", afirmó Sala, que elogió la "buena disposición" del Síndic de Greuges ante el problema.Oliart y Sala consideraron "especialmente preocupante la reacción del vicepresidente tercero del Congreso, Josep López de Lerma, quien juzgó injustificadas las críticas a los alcaldes. Oliart expresó su "extraordinaria sorpresa" por la actitud de López de Lerma y la consideró significativa de la disparidad de criterios existente en CiU.

El PSC anunció que presentará una interpelación al Gobierno de la Generalitat para que "ponga orden en su casa". Asimismo, según recordó Oliart, la moción subsiguiente a esta interpelación obligará a CiU a adoptar una posición única.

Josep Maria Sala también censuró al Gobierno de Jordi Pujol por no impedir la instalación de videocámaras para vigilar las calles en Calafell, Vilassar de Mar y Canet de Mar. "Estas tres poblaciones no pueden ser islas donde no estén del todo garantizados los derechos de las personas", afirmó.

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