Detenido en Barcelona un peligroso capo de la mafia calabresa
La policía de Barcelona ha conseguido capturar a Giuseppe Carnovale, de 45 años, capo de la N'Draguetta (mafia calabresa), considerada como la organización mafiosa más sanguinaria de italia. Carnovale, uno de los hombres más buscados por la justicia de su país, se había fugado de la prisión italiana donde cumplía una condena de cadena perpetua. Se le atribuyen al menos seis asesinatos. El capo calabrés fue detenido en un piso que tenía alquilado en el barrio barcelonés de Pedralbes, donde residía.En el momento de la detención, Carnovale llevaba encima documentación falsa, más de dos millones de pesetas, joyas y varios teléfonos móviles. Desde hacía unos dos meses era vigilado por la policía, que trabajaba en colaboración con agentes italianos.
La organización mafiosa de la que Carnovale es uno de los más destacados cabecillas se dedica a distribuir droga por toda Europa, procedente principalmente Turquía. El detenido presunmente tenía el encargo de montar en la capital catalana una estructura empresarial que sirviera de tapadera para actuaciones delictivas, como tráfico de estupefacientes, de armas y blanqueo de dinero, según informó ayer Radio Barcelona, de la SER.
La detención del mafioso se llevó a cabo el pasado día 10, pero no trascendió hasta ayer. Carnovale ha permanecido este tiempo incomunicado en la cárcel Modelo de Barcelona y próximamente pasará a disposición dé la Audiencia Nacional, que tramitará su extradición a Italia.
Ejecutor de una 'vendetta'
Carnovale estaba reclamado por la interpol por la muerte de otro capo que se encontraba de permiso y fue asesinado cuando regresaba a la prisión. La Policía italiana atribuye el crimen a una venganza entre familias por un negocio de tráfico de armas.Carnovale ha sido interrogado en la cárcel Modelo por un juez español en aplicación de una comisión rogatoria pedida por las autoridades italianas. En los últimos años han sido detenidos en Barcelona varios capos italianos lo que hace pensar a la policía que los mafiosos creen que el incremento de turismo en la capital catalana les permitirá pasar desapercibidos.
