El precio de tener la fiesta en paz
El boicoteo de los radicales al Campeonato de España de traineras divide a Ondárroa
Un cartel en una de las paredes del pueblo de Ondárroa no da oportunidad a la duda: "No somos ni españoles ni franceses. El Campeonato de España, a España". La renuncia por parte del Club Deportivo Aurrera de Ondárroa a organizar el Campeonato de España de traineras -incluido en los actos preparados para conmemorar el 75º aniversario del club deportivo por las amenazas vertidas por grupos de la izquierda abertzale ha dividido a los habitantes de este pueblo pesquero vizcaíno de 10.000 habitantes gobernado por el Partido Nacionalista Vasco.Los colores rojo y azul del club ondarrés no han aguantado los envites de lo que eufemísticamente algunos ciudadanos llaman "cosas de política". Mientras hay gente que considera inadmisible que las "amenazas de una minoría" impidan la celebración de una prueba de ámbito español, otras personas han preferido, a disgusto, ceder al peaje de los radicales para evitar que las cosas fueran a más y poder así disfrutar de las fiestas en paz.
La campaña de la izquierda abertzale contra la ignominia de ser español está presente en todos los pueblos de Euskadi. Las fiestas que se celebran durante los meses de verano en los pueblos de la comunidad autónoma se han convertido en el escaparate perfecto para su estrategia. Freedom for the Basque Country, Liberté pour le Pays Basque, Euskal Herria Askatu. Los turistas que llegan a Euskadi se sorprenden con los carteles multicolores que piden la libertad para Euskal Herria en todos los idiomas. Hay textos hasta en árabe.
Pero si la mercadotecnia política no es suficiente, el entramado abertzale pasa del cartel al anónimo, y de ahí, en algunos casos a la amenaza directa. Lo sucedido esta semana en Ondárroa ha sido un episodio más de la otra forma de trabajo político que ejercen los grupos que apoyan la estrategia de ETA.
Son las doce del mediodía del viernes, y Ondárroa hierve en fiestas a 31 grados. Es el día de las cuadrillas. Frente al edificio de la Cofradía de Pescadores se celebra el tradicional concurso de marmitako (un exquisito cocido a base de patatas, bonito y pimiento choricero). Arremolinadas en torno a un enorme perolo en ebullición, tres mujeres que sobrepasan los cuarenta comentan el polémico campeonato de traineras. "Son una minoría, pero al final con las amenazas hacen lo que quieren. No tienen razón, pero se la toman", dice una de ellas mientras se seca el sudor de la frente. Otra prefiere no opinar, aunque recuerda lo que le ha dicho su hijo esta semana: "El dice que organizar un campeonato de traineras en Euskadi no está mal, pero ¿qué anda Ondárroa organizando uno del España? Yo no entiendo de política", se lamenta. A su lado, la más mayor pide la palabra y asegura: "Pues a mí me parece mal, aunque qué quieres que te diga, por lo menos tendremos la fiesta en paz. Pero con eso [el campeonato] hubieran venido muchas personas de fuera, la televisión, en fin, más riqueza para Ondárroa. Hay que respetar las cosas y sobre todo el trabajo que han hecho, los organizadores".
Antón Idiakez, de 60 años, da fe de ello. Tiene el carné número 11 del Ondarroako Arraun Elkartea, (club de remo de Ondárroa). Ha sido uno de los máximos responsables del club deportivo Aurrera y ha pasado, junto a otras ocho personas; año y medio al pie del cañón de la comisión creada para el 75º aniversario. Toda una riada de actos para conmemorar la fundación del Club Deportivo Aurrera. Esta labor ha sido incluso reconocida por las organizaciones del mundo abertzale en el escrito en el que a la vez de valorar positivamente el trabajo aseguran que es "incongruente" incluir un Campeonato de España, "ni impuesto por la fuerza, ni tampoco traído con buena voluntad".
El Campeonato de España de traineras es organizado de forma rotativa por las federaciones de las comunidades participantes. Tras el anónimo enviado hace cerca de dos meses a los organizadores llegaron los carteles. Esta semana, el pueblo se ha vestido de pancartas contra la prueba -que fueron retiradas por la policía vasca, lo que avivó aún más el fuego- y se ha distribuído un panfleto, firmado entre otros por HB, el sindicato LAB, las Gestoras, Jarrai, Eguzki y Senideak, en el que se hacía un llamamiento contra la regata. "A España el Campeonato de España", decía la nota. "Nos sacarán en sus medios de comunicación como españoles si no decimos firmemente que no lo somos".
Idiakez se siente desolado. "No pudimos encontrar nadie que balizara la prueba ni en el club de remo ni entre la gente. La federación vasca lo intentó hasta el lunes, pero la polémica ya estaba en la calle y el miedo hizo que nadie quisiera arriesgarse. El martes a las seis de la tarde comunicamos con un fax a la federación española que era imposible. Al final la prueba se celebra hoy en Castro Urdiales (Cantabria). Yo no quiero echar más leña al fuego. Además, mi pena es que los colores rojo y azul del Aurrera, que siempre han unido a todas los ondarrutarras, no han podido seguir como siempre apartados de la política. Y la desunión se ha instalado aquí".
Para los dirigentes de la izquierda abertzale, es el modelo a seguir. El parlamentario y dirigente de HB Tasio Erkizia, al ser preguntado por el boicoteo a la prueba remera alentó a seguir con este tipo de "ejemplos a la hora de rechazar elementos extraños al pueblo vasco y a la imposición del españolismo". Erkizia consideraba esta semana que las traineras son un deporte que sobretodo está implantado en Euskal Herria y no tiene sentido un Campeonato de España, y menos aún en aguas de nuestro territorio".
Casi nada es fruto de la improvisación en el conglomerado de organizaciones políticas que apoyan a ETA. En un documento interno de la Koordinadora Abertzale Socialista (KAS) del año pasado ya se abogaba por el "enfrentamiento constante con la imposición española". La coordinadora que controla la dirección de HB incitaba en el texto al ciudadano vasco a "enfrentarse a ese ser español y francés en la práctica, poniendo en práctica el ser ciudadano vasco lo más posible en la vida cotidiana".
Junto a la campaña en favor de no utilizar documentos españoles o franceses o de crear registros civiles propios se defendía poner en marcha "dinámicas efectivas en factibles que posibiliten que Euskal Herria sea representada por deportistas vascos, haciendo frente de esta manera a la tendencia multiplicadora de la hispanidad o el afrancesamiento mediante los deportes".
Unai, de 23 años, ha sido remero en el club ondarrés hasta hace muy poco. Todavía recuerda cuando en 1993 el club ganó el Campeonato de Vizcaya, Euskadi y España de trainerillas. Entonces mandaba Herri Batasuna en la alcaldía. Todo el pueblo recibió a los ganadores y hubo una comida para 400 personas. Algunos de sus amigos aún permanecen remando en el club y le han comentado que todo este tema y la no participación de la trainera en el Campeonato de España ha abierto una brecha muy grande.
En la tumultuosa reunión celebrada para explicar a los socios del club lo que había pasado dicen que las cosas se sacaron de quicio y que hubo quien incluso amenazó con romper su carné. Unai es consciente de que las cosas están mal y entre los más jóvenes "cada vez peor. El año pasado fue por lo de la colocación de las txoznas (casetas) y ahora esto. El enfrentamiento por la política cada vez va a más".
Un adolescente pasea por la calle principal de Ondárroa. Lleva una pegatina con el lema en euskera El campeonato español a España y luce una camiseta blanca con un dibujo enorme de Asterix, el mapa vasco y la leyenda Invadidos pero no conquistados. Es fin de semana y en Ondárroa las fiesta discurren en paz mientras el campeonato se celebra en aguas territoriales españolas de Castro Urdiales (Cantabria).
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