Exteriores negoció directamente con Nigeria una repatriación "limpia" de los inmigrantes

"La operación ha sido muy limpia, aunque se ha tardado más de lo normal". Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores se explicaba así ayer el proceso que llevó el jueves a la repatriación, por sorpresa, de los 15 inmigrantes ilegales nigerianos que llevaban 26 días recluidos en la sala de inadmitidos del aeropuerto madrileño de Barajas. Fuentes diplomáticas reconocieron que, tras tres semanas de contactos con Guinea Ecuatorial, en los que no faltaron duras palabras, se tuvo que negociar directamente con Nigeria, país al que, aseguran, no se a pagado nada por aceptarlos. Diez de esos inmigrantes están ya con sus familias, mientras el resto espera a que las suyas sean localizadas.

Exteriores pretendía negociar la repatriación de los 15 inmigrantes ilegales directa y exclusivamente con Guinea, desde donde habían llegado en un vuelo de Iberia. Al no prosperar este planteamiento, el ministro Abel Matutes llegó a amenazar con medidas contra el país africano si no cumplía sus compromisos internacionales. Luego se introdujo la posibilidad de pactar con países "amigos" para que aceptaran a los inmigrantes en su territorio. Finalmente se alcanzó el acuerdo directamente con Nigeria, que acabó por aceptar una repatriación "limpia" del grupo.La solución para el caso de los 15 inmigrantes que hasta el jueves permanecían en la sala de inadmitidos del aeropuerto de Barajas tardó 26 días en llegar. "Fue una solución tardía pero lógica", afirmaron ayer fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores. La lentitud se ha debido a lo que estas mismas fuentes calificaron como "un problema de tráfico aéreo": determinar el país de procedencia del vuelo en el que llegaron los inmigrantes.

Los contactos de las autoridades españolas se iniciaron con Guinea porque el vuelo procedía. de Malabo, pero la semana pasada se descubrió que el contacto con la capital ecuatoguineana era un tránsito, y que el vuelo había salido realmente desde Lagos, la capital de Nigeria. Fue entonces cuando España tuvo que contactar con este país para conseguir repatriar al grupo. El director general del Servicio Exterior, Antonio Núñez, negoció directamente con las autoridades nigerianas en España, mientras el encargado de negocios de España en Nigeria se reunía allí con los responsables africanos de Exteriores. Según informaron fuentes diplomáticas, las conversaciones se realizaron a "alto nivel" y fueron "muy difíciles y complicadas".

Ni una sola peseta

Según las mismas fuentes, Nigeria no ha pedido ni recibido una sola peseta del Gobierno español por aceptar a los inmigrantes, 10 de los cuales están ya con sus familias, lo que confirma que procedían de este país y no de Liberia como habían afirmado. Los otros cinco permanecen a la espera de que se localice a sus familias, acompañados por la policía y los responsables nigerianos de Asuntos Sociales.Desde Iberia se afirmó ayer que el vuelo, que aterrizó en Lagos pasadas las ocho de la tarde del jueves, fue tranquilo y se cumplieron todos los requisitos legales, aunque no se han facilitado detalles tales como si los inmigrantes viajaron esposados -así llegaron al avión- o si las esposas les fueron retiradas o sustituidas por cinta de embalaje durante el vuelo. En el manual de operaciones de tráfico de la compañía se explica que los agentes de escolta deben llevar consigo dispositivos inmovilizadores, tipo "esposas" o similares.

El portavoz de Izquierda Unida Willy Meyer declaró ayer a Europa Press que "no se está teniendo una actuación de respeto a los derechos humanos porque", razonó, "los inmigrantes no son delicuentes y no deben ser tratados como tales", en referencia al hecho "alarmante" de que subieran esposados al avión. El delegado del Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades, declaró que se esposó a los inmigrantes como medida de precaución, ya que existía un precedente de incidentes protagonizados por este mismo grupo el 28 de julio, que impidieron su deportación a Malabo.

Núñez Morgades aseguró que se utilizaron "los medios racionales para cumplir un fin lícito: embarcarlos en el avión". "Si no se les hubiera esposado es probable que hubiera tenido que utilizarse más gente y habría resultado más violento", afirmó.

Los inmigrantes mantuvieron hasta el último momento que procedían de Liberia, aunque llegaron a España con pasaportes falsos de Guinea, Suráfrica y Camerún, y que eran menores de edad, dos factores que posiblemente habrían evitado su repatriación. Según diversas fuentes, es cada vez más común que los inmigrantes ilegales que solicitan asilo en España destruyan su documentación y luego aleguen proceder de países en guerra para intentar conseguir el asilo.

Actualmente, un grupo formado por 13 ciudadanos kurdos iraquíes, una ecuatoriana que llegó el martes y una argentina se encuentra en la sala de inadmitidos de Barajas, donde esperan respuesta a sus solicitudes de asilo político. También permanece en la sala una liberiana, a quien se le ha denegado el asilo.