El poder de la mentira
Después de una excelente trilogía de películas personales, integrada por la interesante Después del sueño (1992) la obra maestra Sombras en una batalla (1993) y la fascinante Amor propio (1994), el guionista y director Mario Camus vuelve a su brillante condición de adaptador de obras ajenas, en esta ocasión una novela de Félix Bayón, finalista del premio Nadal.Adosados no se sitúa muy lejos de sus mejores películas. En sus trabajos más personales Camus siempre analiza la forma en que un olvidado pasado incide de repente sobre la vida de sus complejos personajes. Sin embargo, en esta ocasión el problema se plantea en la medida que los protagonistas carecen de pasado. Sumergidos en el mundo aséptico, completamente artificial, de los centros comerciales y las casas adosadas en los alrededores de las grandes ciudades, los personajes de Adosados no tiene pasado, ni casi vida propia.
Director: Mario Camus
Guionistas: Mario Camus, Félix Bayón. Fotografía: Jaume Peracaula. Música: Sebastián Mariné. España, 1995. Intérpretes: Antonio Valerio, Ana Duato, Jaume Valls, Lluís Homar, Borís Nevzorov.Estreno en Madrid: Princesa, Acteón, Palafox.
A medio camino entre la crítica social y la intriga policiaca, Adosados narra cómo a través de un hecho fortuito, que un perro deje de ladrar, se desencadenan una sucesión de pequeñas mentiras que están a punto de acabar con la tranquila y anodina vida del protagonista y su familia. Muy bien estructurada a niveles dramáticos y rodada con rigor, habilidad y belleza, sin embargo el resultado esconde algunos defectos que lo enturbian.
En primer lugar, Camus y su coguionista Félix Bayón no han podido, no han querido o no se han atrevido a llevar su historia hasta sus últimas, terribles y previsibles consecuencias, y han optado por un anodino, brillante y acomodaticio final feliz. Y luego, Camus se ha dejado arrastrar por la misma frialdad que trata de criticar y su película en buena medida se resiente de esa asepsia que reflejan sus protagonistas y la casa adosada donde viven.
Esto hace que una historia que debía haber encerrado un clima casi de pesadilla, algo tan tenebroso como cotidiano, quede reducida a la categoría de hecho insólito.
Al mismo tiempo esto arrastra a Camus a una narración minuciosa, donde los personajes mas que seres humanos en manos de un director parecen insectos analizados por un entomólogo. Debido a ello Adosados no es una gran película, sino una arriesgada obra demasiado fría. Dentro de este conjunto destaca el buen trabajo de Antonio Valero, protagonista absoluto de la historia.
Babelia
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