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Estados Unidos impone la desaparición de la república separatista de los croatas de Bosnia

Apremiada por el calendario electoral norteamericano, la Administración del presidente Bill Clinton recurrió ayer a la apisonadora diplomática. para despejar obstáculos en el camino hacia la paz trazado en los acuerdos de Dayton. Llamados a capítulo en Ginebra los presidentes de Bosnia, Croacia y Serbia, el secretario de Estado, Warren Christopher, impuso que los dos primeros -Alia lzetbegovic y Franjo Tudjman- pactasen la disolución de Hereg-Bosna, la república secesionista de los bosniocroatas, dentro de la Federación de croatas y musulmanes.

"No nos lo creeremos hasta que no lo veamos", señalaron los asesores de Christopher al recordar ayer en Ginebra la vieja consigna sobre la política exterior en los Balcanes: lo que cuentan son los hechos, no las palabras. El jefe de la diplomacia norteamericana se entrevistó con el presidente croata y sólo obtuvo promesas.Pero al final, en una declaración conjunta firmada por ambos presidentes, Tudjman e Izetbegobic se comprometieron ante EE UU a disolver Herceg-Bosna. "A partir del 31 de agosto, las áreas administrativas bajo control bosniocroata dejarán de existir" rezaba el comunicado. En contrapartida, las atribuciones que los musulmanes se reservan en el Gobierno de Sarajevo pasarán a ser compartidas con los órganos de la Federación. Los croatas de Bosnia (700.000 habitantes) siempre han temido quedar bajo la hegemonía política de los musulmanes (dos millones)

Alcalde croata en Mostar

Mientras se desarrollaban las negociaciones en Ginebra, los concejales croatas y musulmanes de Mostar se sentaban por primera vez juntos en el Ayuntamiento surgido de las elecciones del pasado 30 de junio y elegían a un croata., Ivica Prskalo, como su primer alcalde único desde 1993. Ante, la amenaza de la partida de los administradores de la Unión Europea en Mostar, los musulmanes, con mayoría en el Consejo Municipal, aceptaron elegir a un regidor entre los ediles croatas. Estos, a su vez, han renunciado a boicotear las sesiones del Ayuntamiento.El secretario de Estado norteamericano logró también ayer en Ginebra que Tudjman e Izetbegovic, junto con el presidente serbio, Slobodan Milosevic, se comprometieran a garantizar la celebración de las elecciones generales bosnias del 14 de septiembre. Las primeras tras cuatro años de guerra étnica. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que ha preparado los comicios, advirtió ayer que la falta de libertad de movimientos y de garantías para el retorno de los refugiados y la ausencia de libertad de expresión arrojan serias dudas sobre las condiciones en que se van a desarrollar las elecciones.

Entretanto, ayer se supo que las fuerzas de la OTAN en Bosnia tuvieron el sábado la oportunidad de capturar al general serbobosnio Ratko Miadic, acusado por el Tribunal Penal Internacional de La Haya de crímenes de guerra, pero decidieron no intentarlo por "no ser prudente", según reconoció en Sarajevo el general John Sylvester, jefe de Estado Mayor de las fuerzas de pacificación (lfor). MIadic estaba presente en su cuartel general de Han Pijesak (80 kilómetros al este de Sarajevo) cuando la OTAN trató de inspeccionar su interior, debido a las sospechas de que allí se ocultaban armas no permitidas por los acuerdos de paz de Dayton. Las tropas serbobosnias dijeron a las de la OTAN que la inspección no era posible a no ser que MIadic en persona les pudiera acompañar. Los mandos de la OTAN declinaron el regalo envenenado. De haber aceptado, tendrían que haber detenido a MIadic o dejarle marchar en medio de las protestas internacionales.

"Hemos dicho varias veces que detendremos a todo criminal de guerra si nos encontramos con él en medio de una de nuestras misiones y es prudente hacerlo", exlicó Sylvester, tras reiterar que "no era prudente hacerlo con sólo siete hombres, dos de ellos coroneles, y armados sólo con pistolas". En el cuartel de Han Pijesak, además de MIadic, había entre 200 y 300 soldados serbobosnios fuertemente armados que servían de protección al jefe militar serbobosnio.

Las tropas de la OTAN dejaron de estar ayer en máxima alerta después de que el martes pudiera efectuarse con seguridad la inspección de la base de Han Pijesak. Sin embargo, las fuerzas estadounidenses mantienen activada la operación Sin Miedo ante los informes de sus servicios de contraespionaje, que han alertado sobre un posible ataque de los muyahidin (combatientes islámicos) iraníes todavía presentes en las filas bosniomusulmanas.

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