El propietario del cámping desmiente que esté huido y defiende la legalidad de la instalación
Pantalón azul, camisa y zapatillas de deporte nuevas, todo prestado. De esa guisa y arropado por sus amigos y abogados se presentó a las siete de la tarde de ayer ante los periodistas el propietario del cámping Las Nieves, Luis Bardají. Con lágrimas en los ojos y labios temblorosos, dijo: "No he comparecido en público hasta ahora porque llevo 48 horas llorando y no quería que nadie me avasallara ni me hiciera pensar en suicidarme. Pero tengo 52 años y no hago más que llorar".
El propietario del cámping -el más bonito de España, según sentenció él entre sollozos; uno de los mejores de Europa, según corroboran las guías especializadas manifestó que cuando estalló la tormenta acababa de salir hacia Biescas y que cuando intentó regresar ya no pudo hacerlo porque el agua le cubría más arriba de la cintura."Pero allí tenía mi vida, mis ahorros, mi mujer, mis dos hijas y mis 15 empleados, que afortunadamente, se han salvado. Y allí tengo mi futuro", aseguró.
Bardají dijo que el Ayuntamiento aún investiga sobre el disco duro del ordenador del cámping para- determinar con exactitud cuántos clientes había en ese momento, pero él calcula que eran seis centenares. "A muchos de ellos les conocía porque desde que creé la empresa, hace nueve años, gran parte de mi clientela me ha sido fiel y a todos los trataba más como campista que como empresario".
Por momentos, Bardají se emocionaba y los representantes hosteleros y empresariales que le acompañaban querían compartir el peso de las preguntas. Pero fue él quien contestó a la mayoría. "El cámping cuenta con toda clase de documentos, de estudios hidrológicos y permisos legales, para estar instalado donde se instaló. El 90% de los cámpings está en el fondo de valles y al lado de ríos. Simplemente, ha ocurrido una tragedia que no se ha podido evitar.
[El Servicio de Conservación del Medio Natural (Comena), dependiente de la Diputación General de Aragón, emitió un informe previo a la ubicación del cámping desaconsejándola y recomendando buscar espacios alternativos, según informaron a Efe fuentes de la Administración autonómica. En cualquier caso, el consejero de Ordenación del Territorio del Gobierno aragonés, José Vicente Lacasa, confirmó anoche a este periódico que todo estaba en regla].
Bardají relató que, cuando se percató de la magnitud de la tromba, auxilió a la gente que iba llegando hacia el lugar donde él se hallaba con su automóvil. Así, trasladó a más de 50 personas. Después insistió en que, a petición propia, ha comparecido ante la autoridad judicial y que de lo ocurrido su empresa no tiene culpa.
"Hasta hace 48 horas yo era un hombre con zapatos, pantalones y camisa propia. Pero todo eso se fue con los heridos, el barro y los muertos. Y a partir de ahí un amigo mío me recogió en su hostal. No he querido leer los periódicos ni escuchar la radio".
Bardají ha sentido como dagas os comentarios de que estaba huido y no quería asumir ninguna responsabilidad. Ayer recordó que él es una víctima más.
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