La composición del paquete-bomba de Calatayud, similar a los de Salou

El paquete-bomba que causó el pasado miércoles heridas a dos personas en un concesionario automovilístico de Calatayud (Zaragoza) era una caja metálica rectangular y soldada que contenía cloratita y azufre, perdigones de pequeño calibre y un cebador, según la Delegación del Gobierno en Aragón. Los análisis del artefacto, que ha resultado similar a los colocados este verano en varios hoteles de Salou (Tarragona) -atribuidos, en principio, a ETA-, se ha realizado a partir de las escasas muestras encontradas en el taller en el que hizo explosión. En opinión de los especialistas de la policía, su preparación era "muy poco técnica", pero tuvo que efectuarla "alguien con bastantes conocimientos y no un aprendiz".En cualquier caso, la autoría del atentado bilbilitano no esta clara y, tal como subraya la mencionada Delegación, están abiertas todas las líneas de investigación y no se descarta que sea obra de ETA o de algún grupo radical próximo a esta organizacion terrorista.

Evolución favorable

El dueño del establecimiento, Herminio Ibáñez, resultó gravemente herido cuando abrió el paquete, dirigido a él y depositado a la puerta de su local, y sufrió pérdida de masa intestinal y la amputación de la mano izquierda. Según el último parte médico, evoluciona favorablemente de sus lesiones abdominales y está recuperando el nivel de conciencia con apoyo psicológico -"está ilusionado con reemprender la vida con más ganas que nunca", según Luis Rosel, el delegado gubernarriental-. Así, se espera que en los próximos días pueda ser trasladado de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) a una planta del hospital Miguel Servet, de Zaragoza, en el que se halla ingresado.Sergio, su hijo, que también fue alcanzado por la onda expansiva, no sufrió daños físicos de consideración, fue dado de alta de inmediato y participó el jueves en la concentración de unas 10.000 personas en Calatayud para mostrar su repulsa hacia el terrorismo.