Juzgan al reportero español acusado de 'pinchar' el teléfono de 'Gigi' Howard
El juicio del periodista español Carlos Hugo Arriazu, acusado de pinchar el teléfono en Nueva York de Giselle Gigi Howard, la joven estadounidense a quien varias revistas españolas han atribuido una relación amorosa con el Príncipe de Asturias, comenzó ayer en Nueva York con la selección del jurado que emitirá un veredicto sobre el caso. Al comenzar la vista, que se celebra en el tribunal penal de Manhattan, el magistrado Franklin Weissberg anunció que el juicio durará probablemente unas dos o tres semanas. La fiscalía de Manhattan acusa a Arriazu, de 24 años, y al detective privado Carlos Fernández de dos delitos: intervención ilegal de una línea telefónica y posesión de material para intervenirla. Un segundo detective que fue arrestado junto a ambos, Luis Jiménez, ha sido separado del caso a petición de sus abogados y su situación está pendiente de una decisión del juez.
En cumplimiento de las leyes estadounidenses, el juicio comenzó con la selección de los miembros del jurado, que estará integrado por doce titulares y seis suplentes.
Weissberg leyó a los posibles miembros del jurado una lista de testigos presentada por la fiscalía, entre los que figuran la joven Howard, un confidente policial que presuntamente participó en los hechos y los agentes que detuvieron a los acusados. El magistrado advirtió a los aspirantes que el caso ha tenido gran eco en los medios de comunicación por estar involucrada en él la supuesta novia del heredero de la Corona española".
Residentes en Miami
Fernández y Jiménez, residentes en Miami (Florida), fueron detenidos el 19 de junio de 1995 en Nueva York cuando, según la fiscalía, se encontraban en un automóvil grabando una conversación telefónica de Howard, mientras que Arriazu fue detenido poco después en la misma zona. Arriazu trabaja para la agencia de prensa System Press, dirigida por su padre, Santiago Arriazu, que se encontraba en la sala y probablemente testificará a petición de la defensa. De ser declarados culpables de ambos cargos, los acusados pueden ser condenados a una pena máxima de cuatro años de cárcel. Arriazu y Fernández se han declarado inocentes y están en libertad bajo fianza.El periodista sostiene que contrató a los detectives para que le ayudaran a localizar e identificar a Howard con el objetivo de un reportaje para la llamada prensa del corazón española. Arriazu niega que entre sus planes estuviera pinchar el teléfono de la joven y afirma que ha sido víctima de una "trampa" de las autoridades estadounidenses que contaron con la ayuda de un confidente.
El testimonio del confidente, identificado como Thomas Busciglio, es una de las principales armas con las que contará la fiscalía durante el juicio.
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