Iberia repatriará a los 16 guineanos antes del domingo
Los 16 inmigrantes ilegales de Guinea Ecuatorial que el domingo evitaron su repatriación provocando una cadena de incidentes en Barajas, pasan desde entonces las horas en una zona de tránsito del aeropuerto para los "no admitidos", a la espera de su definitiva expulsión de España.Iberia, la compañía en la que viajaron de Malabo a Madrid, buscaba ayer un avión libre entre su flota para organizar ese desplazamiento de regreso entre hoy y mañana. La Delegación del Gobierno confirmó que se ató y amordazó a los guineanos con una cinta adhesiva "para evitar que se hicieran un daño brutal". Iberia precisó que efectivamente sus vigilantes jurado de la empresa Prosegur, redujeron y maniataron a los africanos "en la sala 3 del aeropuerto, pero nunca a bordo del avión".
La Delegación del Gobierno apuntó que se había optado por esa posibilidad, "para evitarles a los inmigrantes un daño brutal con las esposas y porque es el sistema menos dañino posible". Se comentó incluso que las cintas no dejan secuelas, que las usan muchas policías en el mundo en situaciones semejantes y que en esta ocasión habían sido los vigilantes de Iberia los que las emplearon, tras explicarles los policías que los grilletes provocarían heridas al encontrarse los inmigrantes en un estado de ánimo "violento y desbordado".
"¿Somos criminales?"
Iberia admite que, según establece el convenio internacional de Chicago, debe ser la empresa transportista que los desplazó la que se haga cargo de los inmigrantes que acceden ilegalmente a un país soberano y la que prepare y lleve a cabo su repatriación. La temporada alta veraniega dificulta localizar el avión idóneo para el traslado. Esa nave, en la que irán sólo los africanos, será probablemente un CASA CM 235 (40 plazas) o un Boeing 737 (100). Iberia, en cualquier caso, señala que una compañía se puede negar a la expatriación, si no se cumplen determinados requisitos de seguridad.
Una de las guineanas que será deportada no entendía ayer el comportamiento de las autoridades españolas y se preguntaba: "¿Somos criminales? ¿Por qué nos tratan como a criminales?", informa Idoya Noain. Esta inmigrante relató así lo sucedido el domingo: "Unos 50 policías, vestidos con uniformes oscuros, blancos y azules, entraron en la sala y nos ataron las muñecas y las piernas con cinta de embalaje y también nos taparon la boca. Además, golpearon a los cuatro chicos con porras. Después nos trasladaron en un autobús al avión, donde entramos por la puerta trasera. El resto de los pasajeros subieron después por la parte delantera. Provocamos los incidentes para que escucharan nuestra historia. No podemos regresar a Liberia. Después de un hora nos llevaron otra vez a la misma sala, donde nos visitó ayer un médico". Los inmigrantes de este grupo, que llegaron a España con pasaportes falsos de Nigeria, Suráfrica y Camerún, aseguran proceder de Liberia.
José Magaña, responsable de inmigración de la Conferencia Episcopal Española, expresó su temor ante la posibilidad de que se generalicen las expulsiones en condiciones irregulares. El secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José Manuel Sánchez Fornet, reiteró las denuncias sobre el empleo de sedantes, grilletes y esposas para inmovilizar a los inmigrantes y aseguró que no están permitidas por las leyes de aviación. Propuso la repatriación individual, con dos policías como escolta.
El secretario general de la Asociación Nacional de Policía Uniformada (ANPU), Ángel Martínez, se pronunció a favor de usar todos los medios coercitivos que el Estado otorga a los policías para defender su integridad: "Lo primero es la seguridad del policía, y si éste es atacado hay que reducir de cualquier forma al agresor, con grilletes, amordazando o como sea".
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