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Turquía amenaza con intervenir contra los presos en huelga de hambre cuando ya han muerto ocho

Otros dos presos en huelga de hambre, un hombre y una mujer, vinieron ayer a sumarse a los seis que ya habían perdido la vida en protesta por las condiciones carcelarias. El Gobierno turco, lejos de escuchar a los huelguistas, amenazó con intervenir. "Les pido por última vez que depongan su actitud... Si no se rinden, nos veremos forzados a intervenir", declaró el ministro de Justicia, Sevket Kazan. La Unión Europea (UE) reaccionó con dureza frente a Ankara y le recordó el compromiso adquirido para lograr la unión aduanera con la UE de respetar más los derechos humanos.

Tahsin Yilmaz, de 37 años, acusado de militar en la clandestina Unión de Comunistas Revolucionarios, fue el segundo huelguista de la cárcel de Bayrampasa (Estambul) que murió y el séptimo de los 300 que iniciaron la protesta hace 68 días. Horas después fallecía en la prisión de Canakkale (oeste del país) Ayse Idil Erkmen, de 22 años y condenada a tres años por militar en el Partido y Frente Revolucionario de Liberación Popular, la primera mujer de esta lúgubre letanía y la octava víctima de la huelga.La independiente Asociación de Derechos Humanos declaró que otros 65 reclusos se encuentran en situación crítica y pueden fallecer en cualquier momento. "El Estado debe hablar directamente con los moribundos si quiere que se resuelva la huelga", declaró Ali Kapilan, portavoz de ese grupo. Pero el Gobierno sigue sin dar muestras de diálogo. Kazan acusó a los organizaciones ultraizquierdistas de haber transformado tres de las mayores cárceles turcas Bayrampasa y Umraniye, en Estambul y Buca, en Esmirna, en "centros de formación de terroristas". Kazan amenazó a los huelguistas con que una intervención de la policía para poner fin a la protesta "podría ocasionar entre 40 y 60 muertos".

Mediación rechazada

Kazan se negó también a aceptar la oferta de mediación del cantante y conocido izquierdista Zulfu Livaneli de trasladar 70 internos ultraizquierdistas de la cárcel de Eskisehir, conocida como El féretro, a otras prisiones. Precisamente una de las demandas de los huelguistas es el cierre de esa "siniestra cárcel".Alemania exigió a Turquía que implante de inmediato las reformas carcelarias a que se comprometió el pasado día 9. Italia advirtió que las relaciones de Turquía con la UE pueden sufrir un fuerte revés si no se mejoran "con urgencia" las condiciones de las cárceles y el comisario europeo Hans van den Broek recordó a la ex primera ministra y ahora jefa de la diplomacia turca, Tansu Çiller, que su Gobierno prometió para entrar en la unión aduanera con la UE tener un mayor respeto de los derechos humanos. Además el Parlamento Europeo amenazó con bloquear cualquier tipo de ayuda.

La protesta parece extenderse. La agencia pro kurda DEM, con sede en Alemania, informó de que "los más de 10.000 prisioneros de guerra", detenidos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en 40 prisiones turcas, iniciaron ayer una huelga de hambre ilimitada en apoyo de sus compañeros izquierdistas. En Alemania, cinco hombres y cinco mujeres del Colegio Universitario de Darinstadt también han iniciado un ayuno, al igual que cinco presos turcos en Austria. Ocupaciones pacíficas de locales en Estocolmo y Basilea para llamar la atención de la opinión pública y presionar a Ankara, junto con pequeños ataques incendiarios en Alemania y Suiza son otras de las consecuencias que el suceso está teniendo en Europa.

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